Muerte de Carrero Blanco

Asesinato de Carrero Blanco

El día 20 de diciembre de 1973 el Presidente del Gobierno Luis Carrero Blanco se dirigía a su domicilio después de oír misa en la iglesia de San Francisco de Borja, en Madrid, y al llegar a la calle Claudio Coello, esquina a Maldonado, una inmensa explosión lanzó al coche en que viajaba a una altura de más de veinte metros de altura provocando su muerte y la de otras dos personas más.

En aquella ocasión los terroristas de ETA aseguraron que aquellas muertes (también las de las otras dos personas inocentes) eran necesarias para conseguir la democracia. Lo curioso fue que los terroristas "sólo" asesinaron a 45 personas durante la dictadura y, hasta el momento, a 765 durante la democracia...

¿Demuestra eso que ETA está en favor de la democracia?.



En la fotografía de la derecha se puede apreciar el gigantesco cráter producido por la potentísima explosión.
Los terroristas compraron un semisótano en el número 104 de la calle Claudio Coello y a partir de allí hicieron un túnel hasta el centro de la calzada donde pusieron cerca de 100 kilogramos de goma-2 que hicieron explosionar al paso del coche de Carrero Blanco.

Fueron acusados de aquel asesinato los etarras José Ignacio Abaitua Gomeza "Marquín", José Miguel Beñarán Ordeñara "Argala", Pedro Ignacio Pérez Beotegui "Wilson", Javier María Larreategui Cuadra "Atxulo", José Antonio Urruticoechea Bengoechea "Josu" y Juan Bautista Eizaguirre Santiesteban "Zigor", todos ellos refugiados en Francia y, en aquella época, protegidos por este país.





En la foto de la izquierda puede verse el patio interior del edificio de seis pisos de los Jesuitas en el momento en que el Dodge Dart de Carrero Blanco se descuelga de la cornisa tras haber "volado" por encima del tejado.

La explosión fue tan violenta que proyectó el pesado vehículo hacia arriba a una altura tal que pasó por encima del edificio hasta caer en el patio interior.

Estado del vehículo después de caer definitivamente en el patio de la Casa Profesa de los Jesuitas.
Tras el atentado los tres ocupantes del vehículo fueron trasladados al hospital ya que ninguno de ellos falleció en el acto, pero las heridas sufridas eran de tal gravedad que ninguno de los tres sobrevivió.

En este gráfico puede verse la trayectoria seguida por el Dodge Dart de Carrero Blanco tras la explosión de la bomba.

Sin duda los terroristas quisieron dejar bien claro que eran capaces de asesinar a cualquiera para conseguir sus propósitos, y pretendieron demostrar que podían quebrantar la seguridad del régimen... Aunque hay que reconocer que no debió ser muy difícil; al fin y al cabo Carrero Blanco pasaba todos los días por aquella calle para ir a misa...

Sí, realmente es muy fácil matar a cualquiera...



Con la muerte de Carrero Blanco podría decirse que se acababa definitivamente el régimen franquista y eso lo sabía muy bien ETA, como también sabía que con este asesinato se granjearían ciertas simpatías por parte de los contrarios al régimen de Franco. Al mismo tiempo conseguirían que el ejército y el gobierno se posicionasen aún más a la derecha endureciendo la dictadura, lo que produciría un importante distanciamiento del pueblo e incluso un enfrentamiento entre "las dos Españas"... En otras palabras, el asesinato de Carrero Blanco fue uno de los primeros intentos de ETA para que a España nunca llegase la democracia, pero por desgracia para ellos y por suerte para los demócratas, no se salieron con la suya... Ni el ejército se sublevó, ni el gobierno se endureció, ni el pueblo llegó a enfrentarse...
Pocos años después España conseguía ser una de las mejores democracias del mundo.



Las dos personas que los terroristas asesinaron junto a Carrero Blanco fueron su conductor, un civil llamado José Luis Pérez Mojena y su escolta Juan Bueno Fernández al cual puede verse en la fotografía de la izquierda.
Como se puede comprobar, ya desde entonces ETA no se paraba en minucias a la hora de conseguir sus objetivos. Si quería asesinar a una determinada persona no le importaba que también cayesen con ella todas las que en aquel momento estuviesen a su lado.

En eso ETA no ha cambiado nada... Aunque en el fondo, ¿ETA ha cambiado en algo?.

Eva Perón

Eva Perón
Biografía

Eva Duarte de Perón, llamada Evita Perón; Los Toldos, Argentina, 1919-Buenos Aires, 1952) Política argentina. Hija ilegítima de Juan Duarte y de Juana Ibarguren, vivió pobremente en su pueblo natal hasta que a los dieciséis años huyó a Buenos Aires. En la capital argentina trabajó como actriz en pequeños locales y en la radio, y a partir de 1935 comenzó a gozar de cierta popularidad, si bien sus papeles carecían de relevancia.En tales circunstancias conoció al coronel Juan Domingo Perón, con quien inició una relación íntima y se casó en 1945. Este mismo año, Perón fue destituido de sus cargos de la secretaría de Trabajo y de la vicepresidencia de la nación y confinado en la isla de Martín García. Entonces mostró Eva su gran energía y carisma para conectar con los sectores nacionalistas del ejército afines a su marido y con los trabajadores, que se habían beneficiado de las medidas sociales impulsadas por Perón desde su puesto.
La campaña de agitación social que emprendió culminó el 17 de octubre, cuando miles de trabajadores, a los que ella llamó «descamisados», ocuparon el centro de Buenos Aires para exigir la libertad del político, en una de las mayores manifestaciones populares habidas en el país hasta entonces.
Una vez liberado, Perón se presentó a las elecciones de febrero de 1946 y obtuvo un rotundo triunfo. A pesar de la popularidad de que gozaba, ella no aceptó ningún cargo oficial y prefirió impulsar una política social desde la presidencia de una fundación que llevaba su nombre. Financiada con fondos públicos, la Fundación Eva Perón repartió ayudas sociales a los más necesitados.
Evita, como habían comenzado a llamarla las clases populares, se convirtió en el rostro humano del régimen y en el enlace del presidente con las organizaciones obreras, principalmente la Confederación General del Trabajo (CGT). Su particular preocupación por la situación de la mujer la llevó a fundar en 1949 el Partido Peronista Femenino y a promover desde él medidas orientadas a una mejor integración de la mujer en el mercado laboral.
Gracias a su intervención, la legislación laboral articulada durante la primera presidencia del general Perón se tradujo en unas mejores condiciones de vida de los trabajadores y de los sectores hasta entonces marginados de la sociedad argentina. Tampoco permaneció ajena a la situación del pueblo español, y en 1947 viajó a España, en los peores momentos del aislamiento internacional del régimen franquista. Su visita estuvo precedida por la concesión del gobierno peronista al régimen español de un crédito millonario para la compra de trigo, maíz, carne, legumbres, etc.
En 1951, año en que publicó su autobiografía La razón de mi vida, la CGT la postuló como candidata a la vicepresidencia. Sin embargo, la propuesta topó con la férrea oposición de las Fuerzas Armadas, que veían en ella una amenaza en su calidad de portavoz de la línea más radical y reivindicativa del peronismo. Por otro lado, la propia Eva era reacia a aceptar cargos públicos, convencida de que la eficacia de su labor estaba en la proximidad de su relación con la gente. Además, el conocimiento de la grave enfermedad que la aquejaba la indujo a renunciar a la candidatura en un emotivo acto en el que se dirigió a la multitud desde el balcón de la casa de gobierno.
Su muerte significó el inicio de la decadencia del régimen peronista, que tres años más tarde fue derrocado por un golpe militar. Para evitar el peregrinaje popular a su tumba, los militares secuestraron y trasladaron el cadáver de Eva Perón a Italia y más tarde a España. En 1975, el gobierno de la presidenta del país, la que había sido la tercera esposa del general, María Estela Isabel Martínez de Perón, llevó de nuevo a Argentina los restos mortales de Eva Perón.

La División Azul

División Azul




Aunque España no se incorporó oficialmente a la Segunda Guerra Mundial del lado de la Alemania nazi, el general Francisco Franco permitió a voluntarios enrolarse en el ejército alemán. De este modo, podía mantener la neutralidad española mientras que simultáneamente compensaba a Hitler por su ayuda durante la Guerra Civil Española (véase Legión Cóndor). El Ministro de Asuntos Exteriores de la época, Ramón Serrano Súñer, sugirió la creación de un cuerpo voluntario, al principio de la Operación Barbarroja, y Franco envió una oferta oficial de la ayuda a Berlín. Hitler aprobó el uso de voluntarios españoles el 24 de junio de 1941. Se formo una división, cuyos elementos serian jefes y oficiales voluntarios provenientes del ejercito regular y las clases de tropa voluntarios reclutados en las jefaturas provinciales de toda España.

Según una estimación del embajador alemán, se habrían podido formar 40 divisiones en esta convocatoria. El cincuenta por ciento de los oficiales y soldados eran militares de carrera, muchos de ellos falangistas veteranos de la Guerra Civil y estudiantes de las distintas universidades. El general Agustín Muñoz Grandes fue el designado para conducir a los voluntarios, sin embargo, posteriormente fue Emilio Esteban Infantes quien le sustituye.

El uniforme de salida era el de las milicias de la FET y de las JONS, que fue sustituido en Alemania por el de la Wehrmacht, sin embargo los voluntarios se negaron a dejar la camisa azul , por lo que la division se empezo a conocer como division azul.

El 13 de julio de 1941 salió de Madrid para Grafenwöhr (Baviera) el primer tren de voluntarios para pasar cinco semanas de instrucción. Al cuerpo formado por estos voluntarios se le dio la denominación de "250. Einheit spanischer Freiwilliger" División de Infantería del ejército alemán, y fue dividido inicialmente en cuatro regimientos de infantería. Para acomodarse a la organización estándar del ejército alemán, los regimientos tuvieron que ser reducidos. Los regimientos tomaron el nombre de las cuatro comandantes de cada regimiento Rodrigo, Pimentel, Vierna y Esparza. Cada regimiento tenía tres batallones, formados por cuatro compañías cada uno, así como un regimiento de artillería dotado de tres baterías de 150 mm y de una batería pesada de refuerzo.

Los aviadores voluntarios formaron la Escuadrilla Azul, la cual, a bordo de aviones Bf 109 y FW 190, fue acreditada con 156 derribos de aviones soviéticos.

El 20 de agosto, tras tomar juramento (que se modificó especialmente para mencionar la lucha contra el comunismo), la División Azul fue enviada al frente ruso. Fue transportada en tren a Suwalki, Polonia, desde donde tuvo que continuar a pie. Después de avanzar hasta Smolensk, se desplegó en el asedio de Leningrado, donde pasó a formar parte del XVI Ejército alemán.

Genocidio de Ruanda

Genocidio de Ruanda

El Genocidio de Ruanda es un genocidio perpetrado en Ruanda en 1994 por parte de facciones de hutus, sobre tutsis y hutus moderados.
Nos remontamos al siglo IV a. C. cuando los twas, pigmeos cazadores, penetran en las montañas boscosas de Ruanda y se instalan allí de manera permanente. Unos siglos más tarde, hacia el XI d.C, agricultores hutus comienzan a llegar a la región y a establecerse de forma sedentaria, conviviendo con los twas en paz. Cien años después, y ya en el siglo XII y XIII de manera más clara, granjeros tutsis llegan a Ruanda provenientes de los alrededores (principalmente de la actual Uganda). También estos últimos se instalan en la zona y en el siglo XIV pasan a formar parte de una comunidad formada por twas (cazadores), hutus (agricultores) y tutsis (ganaderos). La convivencia entre las dos últimas etnias fue simbiótica durante un tiempo hasta que a partir del siglo XVI, los principales jefes tutsis inician unas campañas militares contra los hutus, acabando con sus príncipes, a los cuales, de forma cruel y simbólica, cortaron los genitales y los colgaron en los tambores reales buscando humillar a sus contrincantes y recordarles que éstos, los hutus, eran súbditos de los tutsis.
A pesar del dominio de los tutsis, las diferencias socioeconómicas no estaban muy pronunciadas. Aunque el pertenecer a uno u otro estamento definía el status social, un hutu, por ejemplo, podía ascender de clase si poseía las suficientes propiedades; sin embargo, ya había comenzado una relación de vasallaje dominada por la casta menos significativa en la zona, los tutsis, con un 14% de la población.
En el siglo XIX, los reyes tutsis habían afianzado su dominio. La mejor organización del clan real Nyiginya dominaba todo el país, lo que provocó una casta militar y social compuesta por tutsis y que excluía a la mayoría de la etnia hutu. Fue en este siglo, a raíz de estas circunstancias, cuando se creó una estructura socioeconómica clasista que aumentaría durante ese siglo a causa de la colonización europea; alemana en primer lugar (1897-1916) y luego Belga, por mandato de la Sociedad de Naciones, debido a las sanciones impuestas a Prusia. La influencia occidental, a través de la introducción artificial por los belgas de un carné étnico (1934) que otorgaba a los tutsis mayor nivel social y mejores puestos en la administración colonial, acabó institucionalizando definitivamente las diferencias sociales. Mientras tanto, los pigmeos twas, gozaron de un relativo buen trato por parte de la casta tutsi que consideraba a los cazadores de las montañas por encima de los hutus en la pirámide social.
Con la colonización belga, el sistema socio-político se reforzó aún más en favor del estamento dominante: los tutsis. La necesidad de una expansión colonial consensuada dividió el continente africano en zonas dominadas por los países europeos que reforzaron a unos grupos u otros dependiendo de sus intereses. Cuando la administración belga consideró que las reivindicaciones tutsis eran desmesuradas, cambió de comportamiento y comenzó a apoyar a la mayoría hutu. Finalmente, la rivalidad entre los dos grupos se agudizó con la creación, por iniciativa belga, de varios partidos políticos sobre bases étnicas: la Unión Nacional Ruandesa (UNR), de tendencia antihutu, la Unión Democrática Ruandesa (RADER), el Partido del Movimiento de Emancipación hutu (Parmehutu) y la Avocación para la Promoción Social de las Masas (Aprosoma) de orientación antitutsi. Pese a todo, se debe resaltar un esfuerzo positivo de los europeos (en su mayoría, de los misioneros europeos[cita requerida]) por humanizar el sistema social con nuevas normas que limitaban el comportamiento injusto y la explotación de unos por parte de otros.
A mitad de siglo XX, en 1958, después de que un grupo hutu con estudios redactara un manifiesto reclamando un cambio social, desde la corte real se respondió con un documento que, entre otras cosas, decía lo siguiente:
Podría preguntarse cómo los hutus reclaman ahora sus derechos al reparto del patrimonio común. De hecho, la relación entre nosotros (tutsis) y ellos (hutus) ha estado siempre fundamentada sobre el vasallaje; no hay, pues, entre ellos y nosotros ningún fundamento de fraternidad. Si nuestros reyes conquistaron el país de los hutus matando a sus reyezuelos, y sometiendo así a los hutus a la servidumbre, ¿cómo pueden ahora pretender ser nuestros hermanos?Ante esta posición de los gobernantes tutsis, se posicionaron personas como el obispo Perraudin, que fue determinante en el proceso de emancipación hutu. En su carta pastoral del 11 de febrero de 1959, lo manifiesta claramente:
La ley de la justicia y de la caridad pide que las instituciones de un país aseguren realmente a todos sus habitantes los mismos derechos fundamentales y las mismas posibilidades de promoción humana y de participación en los asuntos públicos. Las instituciones que consagren un régimen de privilegios, favoritismo, proteccionismo, bien sea para los individuos o para los grupos sociales, no son conformes a la moral cristiana.Este es quizá el punto de escisión histórico más importante. A partir de aquí, los hutus comienzan, de forma meditada, a intentar socavar el poder de los tutsis para llegar a un mejor reparto de la riqueza. Un incidente el 1 de noviembre de 1959 entre jóvenes tutsis y uno de los líderes hutus se convirtió en la chispa de una revuelta popular, en la cual, los hutus quemaron propiedades tutsis y asesinaron a varios de sus propietarios. La administración belga, durante dos años de enfrentamientos de bajo nivel entre unos y otros, contabilizó un total de 74 muertos, de los cuales, no obstante, 61 eran hutus asesinados por nuevas milicias tutsis que pretendían acabar con el movimiento revolucionario, el cual respondió con más fuerza ante la represión y, durante los dos años siguientes, alrededor de 20.000 tutsis murieron asesinados. Ante esta espiral de violencia, el 31 de mayo de 1961 la ONU proclamó una amnistía tras comprobar que los enfrentamientos se agravaban y la mayoría hutu ya había provocado el exilio de unos 150.000 tutsis. Aquel mismo año, Ruanda, liderada por la población hutu se independiza de Bélgica. Este momento fue aprovechado por la ONU para exigir la organización de un referéndum bajo la vigilancia de observadores. El resultado fue de un 80% del NO a la continuidad de la monarquía tutsi, lo que obligó a los gobernantes a aceptar la República, provocando el exilio de miles de tutsis partidarios del sistema vigente monárquico y contrarios a conceder el poder a los hutus. Los exiliados de corta edad de aquel momento, con el paso de los años, se llegarían a convertir en los fundadores del Frente Patriótico Ruandés, que ocuparía un lugar importante en la guerra de Ruanda de 1990 hasta 1994.
Grégoire Kayibanda fue el primer presidente de una Ruanda liberada del dominio colonial. Los datos de crecimiento económico y estabilidad social eran esperanzadores. A pesar de las diferencias acumuladas durante siglos, tutsis y hutus lograban convivir sin llegar a enfrentamientos generalizados. La masa campesina accedía a la enseñanza y el país, sin demasiados recursos, progresaba. Aun así, los tutsis partidarios del régimen monárquico en el exilio se organizaron en los países limítrofes y lanzaron diversos ataques contra el gobierno ruandés, sin mucho éxito. El odio entre partidarios de la república, de mayoría hutu, y partidarios del régimen anterior a ésta, mayormente de la etnia tutsi, aumentaba y aunque todavía, al principio de la década de los 70, el enfrentamiento no era exarcerbado, ya se estaba fraguando una división social pronunciada que produciría conflictos mayores.
Desafortunamante en 1972 se produjeron unas terribles matanzas en el vecino Burundi: 350.000 hutus fueron asesinados por tutsis y esto provocó, definitivamente, un sentimiento anti-tutsi por parte de la mayoría de los hutus en el interior de Ruanda. La población comenzó a exigir a su presidente Grégoire Kayibanda mano dura contra la antaño clase dominante en el país y la respuesta insatisfactoria por parte del presidente y los casos de corrupción en el gobierno, provocaron el golpe de Estado del general Habyarimana (de origen hutu), en julio de 1973.
Pese a su irrupción antidemocrática en la escena política, el gobierno del general realizó una buena gestión del país hasta la segunda mitad de los 80, contando con el apoyo logístico y militar de Francia. También tomó la iniciativa de una reconciliación nacional. Estos datos son confirmados por el Banco Mundial, que presentaba a Ruanda como modelo de desarrollo en el África subsahariana durante la década de los 80, y por Amnistía Internacional, que en 1990, daba como satisfactorio el respeto de los derechos humanos. Aunque la tensión entre partidarios de un lado y otro se mantuvo durante los 17 años siguientes al golpe de Estado de Habyarimana, éste, había conseguido apaciguar a unos y a otros cediendo, sobre todo, que el control financiero del país se concentrara en manos tutsis, lo que demuestra que, a pesar de las acusaciones por parte de los exiliados tutsis de no ser permitidos de vuelta en el país por su etnia, éstos contaban, de nuevo, con una posición de poder. Además, durante algunos años, el FPR se había internado en Ruanda de forma clandestina y había reclutado a muchos jóvenes tutsis por todo el país para recibir una formación ideológica y militar y constituir brigadas secretas, diseminadas masivamente por las colinas. Este hecho es recordado por Tito Rutaremara, ideólogo del FPR:
Hacia el final del 87, se habían constituido 36 células del Frente en el interior del país.Factores económicos externos, como el descenso del precio del café, principal producto de exportación, y otros internos, sobre todo la corrupción en el Norte del país (lugar de procedencia de Habyarimana) comenzaron a provocar nuevas tensiones en la segunda mitad de la década de los 80. El cada vez peor estado de la situación económica y la acusación de los tutsis exiliados de no ser permitida su vuelta al país, fueron las razones principales que provocaron la Guerra de Ruanda.

El negro de Banyoles

El negro de Banyoles



El ternero de dos cabezas, el león de melena despeluchada y la ratita que escribe una carta a su benefactor, el señor Darder, aún están presentes en las vitrinas de animales disecados que se exhiben en la planta subterránea del renovado Museu Darder. Espai d'Interpretació de l'Estany que se inauguró ayer en Banyoles. Atrás quedan más de cuatro años de cierre por unas obras que han sido como un lifting profundo, no sólo de piel, sino también de alma. Del famoso y polémico guerrero bosquimano, el Negro de Banyoles, sólo resta una referencia abstracta en forma de vídeo.

Son unas imágenes en blanco y negro, sin sonido, proyectadas en una pequeña pantalla de plasma que muestran al africano disecado en su urna de cristal, tal como se podía contemplar en Banyoles hasta su retirada en marzo de 1997. La proyección incluye unas radiografías del cráneo y del cuerpo del guerrero, que fue repatriado y enterrado en su Botswana natal en el año 2000. Todo muy neutro, conceptual y sin apoyo de textos que puedan recordar la controversia. "Está pensado para que cada uno se haga su propia interpretación", según precisó Joan Julià, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Banyoles.

Precisamente interpretar o revisar es lo que han hecho los responsables del museo con la antigua colección de historia natural del veterinario Francesc Darder, punto de partida de la visita a la exposición permanente del nuevo espacio cultural. A través de la representación de un "gabinete de curiosidades" se recrea un ambiente que intenta transmitir al visitante la sensación de estar en un museo de ciencias naturales del siglo XIX. Además de la selección de animales disecados y alguna que otra momia humana que formaban parte de la vieja colección Darder, el nuevo museo reproduce de forma sugerente un posible taller o laboratorio de taxidermia.

Entre el subterráneo y la primera planta, consagrada a la ecología del lago de Banyoles, una gran espiral que ocupa el hueco de la escalera del edificio hace de hilo conductor entre pasado y presente, con una lógica propia de evolución, de tiempo y de miradas museísticas diferentes. Aquí se ubica la recepción del museo, donde una pantalla conectada en tiempo real con la cámara que el programa El Temps de TV-3 tiene en Banyoles ofrece información meteorológica actualizada. "Es un guiño a la comunicación y al directo", explicó Lluís Figueras, director de los museos de la ciudad.

La segunda parte de la visita está dedicada al lago y todo el recorrido gira en torno al agua: desde la recreación de una tormenta en la Garrotxa al complejo sistema de canales de riego que surcan Banyoles.

El espacio de interpretación del lago cuenta con la tecnología común a los museos actuales, donde juega un papel esencial la función pedagógica. Sin embargo, el proyecto definitivo se ha quedado un poco corto en relación con los planes arquitectónicos iniciales, mucho más ambiciosos y que incluían un acuario. Tampoco llegó a materializarse la figuración de la cuenca lacustre prevista en la ampliación del edificio, que pretendía excavar en el subsuelo y reconstruir un fragmento de orilla del lago. En cualquier caso, Banyoles ha recuperado un equipamiento cultural, transformado y adaptado a los tiempos que corren y, sobre todo, con pocas ganas de recordar la polémica que lo hizo famoso.

Anfal, un genocidio de Sadam Hussein contra los kurdos

Anfal, un genocidio de Sadam Hussein contra los kurdos

Los nuevos cargos se refieren al papel de Sadam Husein en la llamada 'Operación Anfal' (daños de guerra, en árabe), una operación en tres fases contra los kurdos en el norte de Irak a finales de los años 80 que incluyó el ataque con gas del 16 de marzo de 1988 contra Halabja en el que murieron 5.000 personas, entre ellas mujeres y niños. Los grupos pro Derechos Humanos consideran este ataque como una de las más graves atrocidades cometidas por el régimen de Sadam Husein. Sin embargo, Ruhi declaró a AP que el ataque de Halabja será objeto de un juicio independiente, y no está incluido en las acusaciones presentadas hoy. Los otros acusados en este caso son el primo de Sadam, Ali Hassan Majid, conocido como 'Alí el Químico'; el ex ministro de Defensa Sultan Hashim Ahmad, el ex jefe de Inteligencia Saber Abdul Aziz al Duiri, el ex comandante de la Guardia Republicana Husein al Tikriti, el ex gobernador de Nínive Taher Tafwiq al Ani y otro alto ex responsable militar, Farhan Mutlaq al Jubouri.El juez Ruhi destacó que las personas víctimas de esta campaña "fueron sometidas a desplazamientos forzados y a detenciones ilegales de miles de civiles" y "fueron llevadas a distintos centros de detención". "Las localidades fueron destruidas e incendiadas, las casas y los lugares de culto y edificios civiles fueron arrasados sin ninguna razón o una orden militar", añadió.

Jemeres rojos

Jemeres rojos

Jemeres Rojos (Khmer Rouge en el original francés) es el nombre con el que fue conocida la organización comunista camboyana que, tras la Guerra de Vietnam, la expulsión de los Estados Unidos y el derrocamiento del general Lon Nol (que regía una dictadura militar desde 1970), tomó el poder el 17 de abril de 1975 (la «Caída de Phnom Penh») y fundó la Kampuchea Democrática (KD), un nuevo estado comunista bajo la dirección de Pol Pot (Saloth Sar), su principal líder.

Durante los cuatro años que duró su régimen (desde abril de 1975 a octubre de 1979), sus acciones y maneras de imponer su política condujeron a lo que se conoce como el «genocidio camboyano», actos que, en la actualidad, están siendo juzgados por un tribunal internacional en Phnom Penh por crímenes contra la humanidad.

El fin del régimen de los Jemeres Rojos, en 1979, fue consecuencia de la invasión de Camboya por Vietnam; a partir de ese momento, los Jemeres Rojos se convirtieron en una guerrilla de guerra fría aliada de China y EE. UU. y, una vez que estos les retiraron su apoyo hacia 1989, se adaptó convirtiéndose en una guerrilla del tipo que suele relacionarse con las economías de guerra.

Los Jemeres Rojos en el poder
Con los Jemeres Rojos se llevó a cabo el denominado genocidio en donde murió una cuarta parte de los habitantes del país, cifra no inferior a los dos millones de personas más las secuelas que ello significó para el país en general.

Pervivencia de los Jemeres Rojos (1979-89)
El régimen de los Jemeres Rojos terminó con la captura de Phnom Penh el 7 de febrero de 1979 por parte del ejército vietnamita, poniendo fin al experimento social ultra-izquierdista de Pol Pot. Así, tras una rápida campaña iniciada en diciembre de 1978 motivadas por escaramuzas fronterizas, Camboya queda una vez más bajo control extranjero, en este caso en la órbita vietnamita, en la que ya había permanecido con anterioridad a la colonización francesa.

A pesar del tradicional recelo camboyano hacia sus vecinos vietnamitas, la insostenibilidad del régimen de los Jemeres Rojos facilitó en parte la aceptación del nuevo ocupante, como muestra el gran número de defecciones de antiguos miembros del régimen de Pol Pot, que ahora constituirían la base de poder de la apresuradamente proclamada República Popular de Kampuchea.

En este momento, la facción aún leal a Pol Pot, manteniendo las siglas de la Kampuchea Democrática y exacerbando su discurso nacionalista, se retiró al occidente del país, desde donde llevaría a cabo una guerra de guerrillas contra el nuevo régimen de Phnom Penh.

Durante el agitado primer año del nuevo gobierno, el temor a la potencia ocupante, unida a una mala cosecha de arroz provocada por una sequía, llevarían a decenas de miles de camboyanos a huir del país y establecerse en campamentos de refugiados al otro lado de la frontera tailandesa. Dichos campos estarían dirigidos por, y encuadrados en, las tres facciones opositoras al nuevo régimen: los jemeres rojos, la pro-monárquica FUNCINPEC y el KPNLF funcionarán como base de retaguardia y reclutamiento para las operaciones de las milicias de estas tres facciones en el interior de Camboya.

Sin embargo, la facción que más apoyos internacionales recabaría sería la de la Kampuchea Democrática (KD). Así, la llegada a Tailandia de varios miles de soldados de los Jemeres Rojos, seguidos de sus familias, fue bien acogida por el gobierno, que alimentó, vistió, y asentó a varios miles de combatientes, que pronto empezarían a recibir también armamento chino a través de Tailandia. Tal y como ha señalado ACNUR, los campamentos controlados por los Jemeres Rojos, (Chong Khao, Phlu Noi , Phu Noi, Huey Cherng, etc) el control sobre la población refugiada era mucho mayor que en los campamentos dirigidos por las demás facciones. Los civiles de dichos campamentos tenían el estatus de refugiados políticos, siendo mantenidos así (aparte de un mínimo comercio y actividades económicas con el exterior) por las agencias de las Naciones Unidas, con lo que se dejaba las manos libres a la milicia de la KD para reorganizarse y reconstituirse en una efectiva fuerza de combate a la altura de 1982.

A nivel internacional, la creciente dependencia de la República Socialista de Vietnam y de su satélite la República Popular de Kampuchea con respecto a la URSS, tuvieron como efecto la inmediata hostilidad de China y de sus aliados anti-soviéticos Tailandia, Singapur y EEUU. La hostilidad de estos poderes al gobierno de Pnohm Penh conllevó el mantenimiento del asiento en la Asamblea General de las NN.UU. por parte de la KD. En cuanto al apoyo militar, aunque dichas potencias mantuvieran cierto apoyo a FUNCINPEC y al KPLNF, era el Khmer Rojo quien era percibido como la facción opositora más efectiva en el campo militar y la que, por tanto, recibiría mayor cantidad de material.

Para hacer más presentable su imagen ante la comunidad internacional de la que ahora dependían, en Septiembre de 1981, los dirigentes de la KD disolvieron formalmente el Partido Comunista de Kampuchea y abjuraron del comunismo para declarar su apoyo hacia la economía de mercado y el respeto a la tradición religiosa, sin por ello reestructurar su liderazgo, es decir, manteniendo a Pol Pot, Khieu Samphan y Ieng Sary en el poder. Dicho lavado de imagen permitió, sin embargo, un acercamiento a las otras facciones anti-vietnamitas y anti-comunistas del FUNCINPEC y el KPLNF, hasta unificarse en 1982 en el Gobierno de Coalición de la Kampuchea Democrática (GCKD).

Dicho gobierno estaría, de facto, en manos del Khmer Rojo, pues mantuvieron en el mismo la cartera de exteriores, el asiento en la ONU y el control de más de la mitad de los 40.000 milicianos de la coalición. Para llamar la atención internacional, la coalición llevó a cabo en 1982 una ofensiva sobre el oeste de Camboya, tomando una serie de posiciones, de las que serían expulsadas por el ejército de la RPK en una serie de contraofensivas lanzadas entre 1983 y 1985, tras lo cual la frontera fue fuertemente minada. A lo largo del resto de la década de los ochenta, la situación quedó enquistada en una forma de conflicto de baja intensidad característico de otros escenarios de la Guerra Fría. El mantenimiento de dicho conflicto fue minando los recursos y legitimidad tanto de la RPK como de sus patronos vietnamitas (en lo que algunos autores han llamado "el Vietnam de Vietnam" ).

La salida del conflicto empezó a perfilarse tras la caída del Muro de Berlín en 1989 y la llegada al poder de la administración Clinton en EE.UU. Este cambio de contexto llevó a un relajamiento en las relaciones entre los actores internacionales. La URSS, en proceso de disolución había perdido capacidad de intervención. En Septiembre de 1989, Las tropas vietnamitas abandonaban Camboya. Al año siguiente EEUU dejó de reconocer la legitimidad del CGKD y China disminuyó de forma parecida su apoyo.

En 1991, los acuerdos de París llevaron a un consejo de coalición entre las cuatro facciones (las tres opositoras y el rebautizado Estado de Camboya) presidido por el Príncipe Sihanouk y se establecía una presencia de las NN.UU., la UNTAC (United Nations Transitional Authority in Cambodia) hasta la celebración de elecciones en 1993. Con este proceso se ponía fin al conflicto camboyano en su fase de conflicto de baja intensidad de guerra fría.

La Revolución de Tiananmen

Revolución de Tiananmen

Las protestas de la Plaza de Tian'anmen de 1989, también conocidas como la masacre de Tian'anmen, la revuelta de Tian'anmen o el incidente del 4 de junio, consistieron en una serie de manifestaciones lideradas por estudiantes en la República Popular China, que ocurrieron entre el 15 de abril y el 4 de junio de 1989. La protesta recibe el nombre del lugar en que el Ejército Popular de Liberación suprimió la movilización: la plaza de Tian'anmen, en Pekín. Los manifestantes provenían de diferentes grupos, desde intelectuales que creían que el gobierno del Partido Comunista era demasiado represivo y corrupto, a trabajadores de la ciudad que creían que las reformas económicas en China habían ido demasiado lejos y que la inflación y el desempleo estaban amenazando sus formas de vida. El acontecimiento que inició las protestas fue el fallecimiento de Hu Yaobang.

Tras las protestas y las llamadas del Gobierno pidiendo su disolución, se produjo en el seno del Partido Comunista una división de criterio acerca de cómo responder a los manifestantes. La decisión tomada fue suprimir las protestas por la fuerza, en lugar de acceder a sus reivindicaciones. El 20 de mayo, el Gobierno declaró la ley marcial y en la noche del 3 de junio, envió los tanques y la infantería del ejército a la plaza de Tian'anmen para disolver la protesta. Las estimaciones de las muertes civiles varían: 400-800 (CIA), 2600 (según fuentes no identificadas de la Cruz Roja China). El número de heridos se estima entre 7.000 y 10.000. Tras la violencia, el Gobierno emprendió un gran número de arrestos para suprimir a los instigadores del movimiento, expulsó a la prensa extranjera y controló estrictamente la cobertura de los acontecimientos en la prensa china. La cruel represión de la protesta de la plaza de Tian'anmen causó la condena internacional de la actuación del gobierno de la República Popular China.

En uno de los últimos días de estas protestas fue tomada la foto ganadora del World Press Photo de 1989, en la cual se muestra a un joven opositor parado en medio de una avenida deteniendo a una columna de tanques que circulaba por ésta.
Las protestas se intensifican

El 4 de mayo, aproximadamente 100.000 estudiantes y obreros marcharon en Pekín pidiendo reformas para a la libertad de expresión y un diálogo formal entre las autoridades y los representantes de los estudiantes. El Gobierno rechazó la propuesta de diálogo tal como se les presentaba, mostrándose en cambio dispuesto a hablar con las organizaciones estudiantiles oficiales. El 13 de mayo grandes grupos de estudiantes ocuparon la plaza de Tian'anmen y emprendieron una huelga de hambre, pidiendo al Gobierno la retirada de la acusación realizada en el editorial del Diario del Pueblo y que comenzaran las conversaciones con los representantes elegidos por los estudiantes. Cientos de estudiantes siguieron la huelga de hambre y recibieron el apoyo de otros miles de estudiantes y residentes de Pekín, que continuaron las protestas durante toda la semana.

Las protestas y las huelgas empezaron en muchas universidades de otras ciudades, desde donde viajaron muchos estudiantes a Pekín para unirse a las manifestaciones. Generalmente, las manifestaciones en la Plaza de Tian'anmen mantenían un cierto orden, con marchas diarias de estudiantes de varias universidades de Pekín mostrando su solidaridad con el boicot a las clases académicas y con el desarrollo de las protestas. Los estudiantes cantaron "La Internacional" en varias manifestaciones y mostraron asimismo su apoyo al socialismo chino ayudando a la policía a arrestar a tres hombres de la provincia de Hunan que habían lanzado tinta sobre un gran retrato de Mao que se encontraba al norte de la plaza de Tian'anmen. [2] Uno de estos hombres, Yu Dongyue, permaneció en prisión hasta el 22 de febrero de 2006.[3]

La estrategia principal de los manifestantes se basó en una huelga de hambre emprendida por un número estimado de entre varios cientos y más de mil estudiantes. Esta huelga alcanzó gran resonancia entre el pueblo chino. Aunque no se observaron huelguistas de aspecto demacrado, una leyenda urbana china, que persiste en la actualidad, dice que algunos de ellos murieron de hambre [4].

Se hicieron algunos intentos parcialmente satisfactorios para los propósitos de los manifestantes con el objetivo de negociar con los gobernantes de la República Popular China, que estaban cerca, en los edificios centrales del Partido Comunista en Zhongnanhai. A causa de la visita de Mijaíl Gorbachov en mayo, muchos periodistas de medios de comunicación extranjeros se presentaron en China. La cobertura que realizaron de las protestas fue intensiva y generalmente favorable a los manifestantes, pero pesimista acerca de sus posibilidades de lograr sus objetivos. Hacia el final de las protestas, el 30 de mayo, se erigió una estatua a la Diosa de la Democracia en la plaza, esculpida por los estudiantes de Bellas Artes, que constituyó un símbolo visual de la protesta para los televidentes que seguían la cobertura de la prensa en todo el mundo.

El Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China, junto con los ancianos del partido (oficiales del gobierno y del Partido ya retirados pero que aún ejercían influencia política), albergaban, en un principio, la esperanza de que las protestas tendrían una vida corta o que reformas de carácter cosmético satisfarían a los manifestantes. Deseaban evitar la violencia tanto como fuera posible, y confiaron en un principio en el aparato del Partido para persuadir a los estudiantes de abandonar la protesta y volver a sus estudios. Una barrera a la acción efectiva fue que el propio líder del Gobierno, Zhao Ziyang, apoyaba muchas de las reivindicaciones de los estudiantes, especialmente las concernientes a la corrupción. Sin embargo, los manifestantes estaban compuestos de grupos diversos con reivindicaciones diversas, lo que dificultó estas primeras medidas. Incluso no estaba claro con quién debía negociar el Gobierno, y cuáles eran las peticiones de los diferentes grupos. La confusión y la indecisión entre los manifestantes se tradujeron así en confusión e indecisión del Gobierno. Los medios oficiales también mostraron esta indecisión en el Diario del Pueblo, alternando entre la simpatía con los manifestantes con su denuncia.

En las altas esferas del liderazgo del Partido, el secretario general Zhao Ziyang estaba fuertemente a favor de una aproximación suave a los manifestantes, mientras que Li Peng se mostró partidario del acoso por la fuerza. En última instancia, la decisión de disolver las manifestaciones por la fuerza se tomó por un grupo de ancianos del Partido que veían la posibilidad de abandono del Estado unipartidista como una vuelta al caos de la Revolución Cultural. Aunque muchos no tenían cargo oficial, tenían la capacidad de controlar el ejército, pues Deng Xiaoping era el presidente de la Comisión Militar Central y tenía la capacidad de declarar la ley marcial. Los ancianos del partido creyeron que las protestas duraderas eran una amenaza a la estabilidad del país. Los manifestantes fueron considerados por el gobierno como una herramienta de los partidarios del "liberalismo burgués", que estarían moviendo las cuerdas en la sombra, y como herramientas de miembros del Partido que buscaban satisfacer sus ambiciones personales.

EL KGB

KGB

El KGB traducido como Comité para la Seguridad del Estado) fue el nombre de la agencia de inteligencia, así como de la agencia principal de policía secreta de la Unión Soviética del 13 de marzo de 1954 al 6 de noviembre de 1991. El dominio del KGB fue aproximadamente el mismo que el de la CIA o la división de contrainteligencia del FBI en Estados Unidos. El nombre por el que se ha conocido popularmente es "El Centro".

Se encargó de obtener y analizar toda la información de inteligencia de la nación, pero se convirtió en un organismo de represión de toda la Unión Soviética. Desapareció cuando se disolvió dicha Unión. A partir de allí surgió el Servicio de Inteligencia Extranjera, el cual pasó a dirigir las actividades de espionaje fuera del país y le informa directamente al presidente del Gobierno.

Historia

El primero de los antecesores del KGB, la Cheka, fue establecida en Diciembre de 1917, encabezada por Felix Dzerzhinsky y personalmente alabada por Vladímir Lenin como una "devastadora arma contra las incontables conspiraciones y golpes al poder Soviético por gente infinitamente más poderosa que nosotros" (La espada y el escudo, 29-30). Reemplazó a la Okhranka zarista. La Cheka sufrió varios cambios de nombres y cambios organizacionales, transformándose en el Directorado Estatal Político (OGPU), en 1923; el Comisariado Popular para Asuntos Internos (NKVD), en 1934; el Comisariado Popular para la Seguridad Estatal (NKGB), en 1941, y el Ministerio para la Seguridad Estatal (MGB) en 1946, entre otros. En marzo de 1953, Lavrenty Beria consolidó el Ministerio Ruso de Asuntos Internos (MVD) y el MGB en una sola organización, el MVD; no obstante, en menos de un año Beria fue ejecutado y el MVD fue nuevamente dividido. El reformulado MVD retuvo el poder policíaco y legislativo, mientras que el segundo, la nueva agencia KGB, asumió funciones de seguridad interna y externa, y estaba subordinada al Consejo de Ministros. El 5 de junio de 1978 el KGB fue rebautizada como el "KGB de la Unión Soviética", tomando su máximo responsable un asiento en el Consejo Ministerial.

El KGB se disolvió cuando su jefe, el Coronel General Vladímir Kryuchkov,[1] utilizó recursos de este organismo para apoyar el intento de golpe contra el Presidente Soviético Mijaíl Gorbachov, en agosto de 1991. El 23 de agosto de 1991 Kryuchkov fue arrestado, y el General Vadim Bakatin fue oficialmente nombrado Jefe del KGB, y mandado expresamente para disolverla. El 6 de noviembre de 1991, el KGB dejó formalmente de existir. Sus servicios fueron divididos en dos organizaciones distintas: el Servicio de Seguridad Interna e Inteligencia Extranjera FSB, y la Unión de Inteligencia Extranjera SVR. Comparativamente, la FSB (Federalnaya Sluzhba Bezopasnosti) es funcionalmente más asimilable a las funciones originales del KGB.

Desde su perspectiva, el KGB fue pensado como "la espada y el escudo" del Partido Revolucionario Bolchevique y del Partido Comunista de la Unión Soviética. El KGB desarrolló un nivel notable de éxito en los primeros años de su funcionamiento. La comparativamente baja o displicente política de seguridad extranjera de naciones como los Estados Unidos de Norteamérica y del Reino Unido le permitió al KGB aprovechar oportunidades enormes para penetrar sus agencias de inteligencia y el mismo gobierno con sus propios agentes, ideológicamente motivados, como los Cinco de Cambridge. Identificada como la cúpula de inteligencia más importante de la Unión Soviética, obtuvo información detallada sobre la construcción de la bomba atómica (el Proyecto Manhattan), gracias a las habilidades y buen posicionamiento de agentes como Klaus Fuchs y Theodore Hall. La KGB también persiguió enemigos de la Unión Soviética y de Stalin, como los contra-revolucionarios Guardias Blancos y del Bolchevique anti-estalinista León Trotsky, consiguiendo incluso el asesinato de Trotsky luego de un elaborado plan para penetrar su círculo más cercano en el exilio.

Suceso de Sarajevo

Sarajebo 1995

1. Introducción
La primera guerra mundial dado ese nombre por haber sido un gran conflicto bélico que se enfrentó en el siglo XX por la mayoría de estados europeos y tuvieron como escenario la práctica totalidad de la Tierra.
La crisis económica de fines del siglo XIX, la gran llamada Depresión, había servido para convencer a las grandes potencia industriales de que la solución a sus problemas económicos y con ello los problemas sociales que traían las crisis, residía en la adquisición de mercados coloniales (de ahí la idea de expansionismo)
Por lo que potencias como eran Gran Bretaña, Francia, Italia, Alemania buscaban tener mas colonias en África y en su caso conservar las que ya se tenían, pero no todos los focos del conflicto expansionista se centraban en África, debido a que en Europa también se buscaba por parte de países como Austria-Hungría que deseaba anexarse nación Servia, Rusia por su parte ambicionaba anexarse territorios eslavos perteneciente a Turquía, derivado esto por el desmembramiento del Imperio Otomano surgido tras las guerras balcánicas de 1912 y 1913.
La gota que derramo el vaso para iniciar la guerra en la cual intervendrían mas países del mundo que en siglos anteriores jamás se había presentado, fue el asesinato del 28 de junio de 1914 del archiduque Francisco Fernando heredero del trono de Austria Hungría, y como respuesta de lo anterior Austria –Hungría mando un ultimátum a Servia para que se sometiera a los puntos petitorios de dicho ultimátum, ante la negación de un punto petitorio por parte de Servia por que iba en contra de su soberanía y de sus leyes, Austria Hungría le declaro la guerra a Servia, Rusia al estar aliada con Servia, ya su vez Francia aliada con Rusia movilizaron sus tropas en apoyo a Servia, Alemania aliada con Austria- Hungría movilizo sus tropas a atacar tanto a Francia como a Rusia, poniendo en práctica el plan alemán Schlieffen. La guerra quedo estancada en una guerra de trincheras durantes los años 1915 y 1916 ya que ninguna de las alianzas lograba tener un avance significativo. En los años de 1917 tras la entrada en la guerra de Estados Unidos el cual facilito a los aliados cuantiosos recursos humanos y materiales que superaron a los de la alianza imperial centralista, lograron mantener estos su defensa durante ese año, tras la salida de Rusia por el cambio de un régimen zarista a un socialista el cual adoptaron un Tratado de paz con Alemania denominado Tratado de Brest – Litovsk. Fue hasta el año de 1918 en que a mediados de octubre Alemania solicito un armisticio el cual fue firmado el 11 de noviembre de 1918. Los países aliados a Alemania se rindieron también.

2. Antecedentes

En los cuarenta años anteriores a 1914 las potencias europeas dominaban el orden internacional mediante superioridad militar y expansión económica expresada mediante un sistema imperialista y conquista. Esto enconó rivalidades entre las potencias reduciendo el espíritu de colaboración y de resolución colectiva de las disputas que había caracterizado el periodo desde 1815.
En Europa, las tradiciones de la diplomacia en concierto fueron socavadas por cambios en la fuerza relativa de los principales miembros. El ascenso de Alemania y de Italia como grandes potencias coincidió con la decadencia del Imperio de los Habsburgo y el fatal debilitamiento de los Otomanos. Alemania había desempeñado una función cautelosa y hasta conservadora en Europa . Tras la Caída de Bismarck en 1890, los dirigentes alemanes empezaron a aplicar la Weltpolitik, política exterior global que los puso en conflicto con las potencias coloniales establecidas .
Desde la década de 1890 Gran Bretaña y Francia iniciaron un continuo armamento, en respuesta a la amenaza alemana . Rusia, que desde 1879 había formado parte de la Liga de los Tres Emperadores, con Alemania y Austria Hungría, abandono su conservadurismo tradicional a favor de una alianza con la republicana y democrática Francia, la cual fue firmada en 1894. En 1907 Gran Bretaña había hecho acuerdos con ambas para resolver las tensiones coloniales.
La debilidad de algunos países causaba inestabilidad así como la creciente fuerza otros. El imperio Otomano había sido conservado por las grandes potencias desde 1815 para que ninguna de ellas obtuviera una posición dominante en el Medio Oriente. Pero en la década de 1870 la influencia decayó marcadamente. Vencida por Rusia entre 1876 y 1877 y obligada a conservar la independencia a Rumania, Serbia, Turquía otomana se encontró amenazada por todo el Medio Oriente el Norte de África. La situación llego al Clímax cuando el Imperio Otomano fue atacado en 1911 por Italia que ganó Libia y entre 1912 y 1913 por una Liga balcánica patrocinada por Rusia. La crisis desencadenada por la guerra de los Balcanes fue la causa inmediata de la guerra de 1914 pero no la única, ya que el atentado que produjo la muerte del Archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo, el 28 de junio de 1914 fue la chispa que dio origen a lo que después s conocería como la primera guerra mundial..


Atentado de Sarajevo
Francisco Fernando sobrino del emperador de Austria Francisco José al parecer no estaba destinado a reinar, ya que aunque se convirtió en heredero del trono de Austria – Hungría por la muerte de su primo Rodolfo, hijo del emperador y la muerte de su propio padre, por los intereses políticos reinantes en esa época no lo permitieron llegar a reinar.

El día 28 de junio de 1914 al acudir a Bosnia el Archiduque para presenciar unas maniobras militares, siete jóvenes en su mayoría estudiantes, decidieron atentar contra el archiduque y contra el gobernador de Bosnia el general Potiorek, pero detrás de ellos estaba la Organización Servia Unión o Muerte, mas conocida como la Mano Negra. "Dichos estudiantes planearon que por el camino junto al río por el que el archiduque tenía que pasar en marcha hacia el ayuntamiento de la ciudad. Cuando el automóvil que llevaba a los archiduques pasó frente a él Nedjelko Cabrinovic tiró una bomba, tomo cianuro de una botella que llevaba para suicidarse y se arrollo al río. Todo le salió mal. El chofer, que oyó el ruido que se produjo al quitar el seguro a la bomba, aceleró, de modo que el artefacto cayó sobre la capota replegada y fue de allí al suelo, explotando para causar daño a varios espectadores, pero ninguno a los ocupantes del vehículo. El veneno no le produjo a Cabrinovic más que un tremendo dolor de estómago y el río llevaba poco agua, de modo que fue capturado poco después. En el ayuntamiento hubo los discursos y el protocolo de rigor, pero el temor a que pudiera repetirse el atentado hizo cambiar los planes de la visita, omitiendo el paso por las calles del centro de la ciudad. En lugar de ello se regresaría por el mismo paseo junto al río los archiduques visitarían a los heridos por la explosión que se hallaban en el hospital y abandonarían seguidamente Sarajevo. A consecuencia del nerviosismo que había hecho presa en la comitiva, nadie se acordó de avisar a los chóferes del cambio de itinerario y éstos torcieron por la esquina prevista inicialmente. Irritado, el general Potiorek les gritó que rectificaran, y en los momentos en que el automóvil que llevaba a los archiduques frenaba y hacia marcha atrás, el vehículo vino a quedar pocos pasos de otro de los conjurados: Gravilo Princip, un joven estudiante de diecinueve años, enfermo de tuberculosis, que procedía de una modesta familia campesina y odiaba a los austriacos, que protegían a los grandes terratenientes musulmanes. Princip no tuvo mas que apuntar su revólver y disparar dos veces: la primera bala hirió a Francisco Fernando en el cuello; la segunda a Sofía en el Vientre. Ambos fallecieron aquel mismo día."( 1 )

El Plan Schlieffen
Alemania años atrás estaba preparándose para una guerra contra Francia y Rusia por lo que elaboro un plan denominado Plan de Schlieffen consistía en una operación potente y veloz. El ala izquierda debía de contener el ataque de los franceses en Lorena y entretenerlos. Entre tanto el ala derecha debía de invadir Bélgica, a pesar de su neutralidad, (este detalle técnico fue el pretexto para que entrara Inglaterra a la guerra) penetrar en Francia por el norte y sorprender a su ejército por la espalda y así tomar París en un avance fulgurante y una vez aplastados los franceses, dirigir todo el peso del ataque contra Rusia cuya lenta movilización no le permitiría disponer del máximo de sus fuerzas mas que al cabo de unos meses. El Plan no pudo culminarse por que no se preveía que Inglaterra fuera intervenir en el Conflicto.

La teoría de los horarios de ferrocarril
El historiador inglés A.J. P. Taylor explica que el conflicto llego a una escala mundial por culpa de los horarios de ferrocarril esto es por el hecho de que los movimientos armados de Alemania con el Plan Schlieffen estaban basados precisamente en los horarios de cada tren que tenían, pero estos horarios eran rígidos de modo que había de seguir los planes al pie de la letra, si no se quería afrontar el riesgo de tener que esperar meses enteros antes de poder responder a un eventual ataque enemigo, ya que los alemanes sabían que en un futuro conflicto europeo les enfrentaría a Francia y a Rusia.
Mientras que los Rusos les pasaba algo semejante. El suceso de Sarajevo en su momento pudo evitarse si solo se hubiera avisado a los chóferes del cambio de itinerario a la visita de los archiduques. En lo anterior se expone parte de la teoría de los ferrocarriles que en su conjunto constituyen razones de tiempo, que en su tiempo eran regidos por los ferrocarriles, se inicio una guerra mundial.
De lo cual se concluye que esto representa una falacia por el hecho de que fueron varias circunstancias sociales y económicas como anteriormente se expusieron, y que debido a la gran tensión que se vivía en esa época cualquier incidente intranscendente llevaría a la guerra. "Tal fue el trasfondo del que surgió una guerra imperialista que costo nueve millones de vidas humanas y que no resolvió ninguno de los problemas que lo habían motivado. Pretender explicarla por la fatalidad de los horarios ferroviarios de los planes de movilización significa quedarse en lo mas superficial en lo más anecdótico: en la corteza de un fruto, cuya pulpa esta hecha de miedo a una revolución social y en cuyo corazón se albergaba la semilla de donde habían de surgir nuevos conflictos, nuevas muertes y nueva destrucción" (2)

Obra citada en la página 2
Inicio de la guerra

Ultimátum de austria – hungria
Las investigaciones realizadas por Austria comprobaron la complicidad del gobierno Servio por lo que el gobierno de Viena expidió un ultimátum el 23 de julio que debía ser contestado en 48 horas.
Entre otras cosas lo que se pedía principalmente en dicho mensaje era "la aprehensión de los cómplices del crimen, la destitución de los funcionarios que Austria indicase, que el régimen Servia hiciera condenación pública del Terrorismo que afectaba a la Monarquía dual; la desarticulación de la sociedad a la que pertenecía Gravilo Princip; y la prosecución de las investigaciones en suelo de servia por parte de los funcionarios austriacos". (3)

Algunos de los puntos petitorios fueron aprobados mientras que otros no, por el Gobierno Servio, excusándose este de lo que no daba aprobación por el hecho de ir encontra de sus leyes constitucionales pero ofreciéndose a someter el asunto al arbitraje de tribunal de la Haya o al de las grandes potencias. La respuesta austriaca fue declarar la guerra poco después el 28 de julio de 1914 al gobierno de Servia.
Al ser rechazado el ultimátum quedo Servia expuesta al ataque austriaco. Pero como Servia era un país que mantenía estrechas relaciones con Rusia, movilizo este su ejército por ordenes del Zar Nicolás II el día 26 de julio, lo que significaba un aviso a Austria Hungría para que desistiera de sus pretensiones. Los días siguientes el zar ordenó movilizar el total de sus fuerza armadas. Alemania por su parte decidió intervenir por ser Austria – Hungría su aliada de conformidad con el acuerdo de la Triple Alianza, por lo que mando un mensaje a los rusos para conminarlos a cesar los preparativos militares. De igual forma Alemania mando un ultimátum a la Aliada de Rusia, Francia para que definiera su situación en caso de un conflicto de Alemania y Rusia. Ninguno de esos dos mensajes fue aceptado por sus destinatarios.

Aun cuando los funcionarios del gobierno inglés quisieron evitar el conflicto, ofreciéndose estos como mediadores, pero su gestión no tuvo éxito, debido a la gran tensión reinante en esa época y con el rechazo de los ultimátum, se desencadenó la guerra.
Poco después de la declaración de guerra por parte del imperio Austro-húngaro a Servia, la ciudad de Belgrado capital servia fue Bombardeada. El ejército de Francia comenzó a movilizarse el 1º de agosto y en la misma fecha Alemania le declaro la Guerra a Rusia y el día 4 a Francia.
El ejército alemán de conformidad con el plan del conde Schieffen procedió a invadir Luxemburgo para llegar así a Francia y en vista de que Bélgica no dejo pasar las tropas alemanas, estos últimos atacaron a los Belgas y ocuparon esta ciudad, para si tener el paso y llegar a Francia. (Esta acción alemán consistía en una grave violación a la neutralidad por lo que Inglaterra declaró la guerra a Alemania el cuatro de agosto). El día 07 de Agosto Austria declara la guerra a Rusia. Francia y Gran Bretaña hacían lo propio con Austria.

Italia, aunque pertenecía a la triple alianza, no quiso participar originalmente en la contienda y se declaró neutral.
En el tiempo que le siguió la guerra llegó extenderse mucho, debido a las complicaciones nacidas de las alianzas y delos distintos intereses de expansión. A lo largo del Primera Guerra Mundial que abarco de los años de 1914 y 1918, tuvo dos bandos el de los llamados Imperios Centrales que lo integran Alemania, Austria – Hungría, Turquía (1914) y Bulgaria en (1915), y el otro el de los Aliados que lo conformaban: Rusia, Francia, Servia, Inglaterra, Bélgica, Luxemburgo, Montenegro, Japón, Italia (1915), Rumania(1916), Estados Unidos (1917), Grecia (1917). Rompieron sus relaciones diplomáticas con los Imperios Centrales: Panamá, Cuba, Siam, Liberia, China, Brasil, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, Haití y Honduras, San Marino, Portugal, Perú, Ecuador y Uruguay.

El Doble Frente
El paso de los germanos por Bélgica fue rápido y acometieron también contra Servia, en movimientos simultáneos . La invasión alemana a Francia obligó al gobierno galo a trasladarse a Burdeos mientras el generalísimo Cesáreo José Joffre enfrentaba al ataque con un repliegue general hasta los sitios que consideró adecuados. Después presento batalla en un amplio frente que se extendía de París a Verdún y que tenía como principal núcleo de resistencia al río Marne.
En septiembre de 1914, los alemanes resintieron una furiosa contraofensiva francesa. Un millón y cuarto de soldados de una y otra parte se enfrentaron en un combate colosal apneas comparable con nada en la historia militar. Como resultado de esta batalla que salvó Francia, los alemanes fueron detenidos y el Káiser ordeno la destitución del generalísimo Helmuth Von Moltke, quedando en lugar suyo el mariscal Erico Von Folkenhayn.
Las tropas Francesas siguieron acosando a los invasores, pero tampoco pudieron desalojarlos de las posiciones que tenían y en Flandes se agudizo a lucha para evitar a los Alemanes su avance a Caláis, puerto de desembarco de los ingleses.
Un segundo frente quedó formado en el oriente, al invadir los rusos quedó formado en el oriente, al invadir los Rusos el territorio de Prusa Oriental y la Galicia austriaca pero no fue grande su penetración porque el general alemán Pablo von Hinderburg (4) los derroto en los combates de Tannenberg y de los Lagos Mazurianos en los meses de agosto y septiembre de 1914

La Guerra Durante El Año De 1915
El frente de combate tenía una longitud de 700 kilómetros, extendido desde Suiza hasta el Mar Norte, por lo que al occidente se refiere. El conflicto que inicio con grandes desplazamiento de tropas en sus primeros meses, paso a ser una guerra de trincheras, sin que ni unos ni otros de los contendientes contaran con fuerzas suficientes para vencer ni para desalojar a los contrarios.
Por muchos meses y aun por años, la tropa tuvo que vivir como topos, en las trincheras que constituían un cúmulo de redes complicadas subterráneas, las dispersas líneas de teléfonos, líneas de ferrocarriles y telégrafos, camiones y aeroplanos rudimentarios comunicaban a los núcleos de combatientes.
Un gran esfuerzo por romper ese esquema de guerra, fue realizado por los germanos en el frente oriental, durante el mes de febrero Hinderburg venció a los rusos en Mazuria y se les obligó a salir también de los suelos polacos, de Curlandia y de Lituania. Mientras que los aliados fracasaron al tratar de forzar los Dardanelos, en poder de los turcos, queriendo aquellos ponerse en contacto con los rusos por el mar Negro.
Los combates mas destacados de los aliados, además de las batallas de Artois y Champagne, no sirvieron de mucho porque los alemanes solo retrocedieron unos cuantos kilómetros y las líneas de combate ganadas volvieron a ser perdidas.
El ataque que hizo los germanos sobre Servia culmino con la conquista de este país. Y en ese entonces el reino búlgaro se unió a los Imperios Centrales. Con ello las fuerzas Europeas volvieron a equilibrarse dando como consecuencia que se alargara mas la guerra.
En el mismo año de 1915, Italia les declaró la guerra a los países centrales dando todo un cambio de política. Los gobernantes pusieron en una de las condiciones para unirse a los aliados que el Papa no asistiera a las futuras conferencias de paz.

El Papa Benedicto XV
El Papa opinaba que dicha guerra era una "inútil mortandad". En realidad la chancillería que mas trabajó para que la paz llegara de nuevo a la tierra fue la del Vaticano. El Papa y su secretario de Estado, monseñor Gasparri y el cercano colaborador de este, el monseñor Pacelli hicieron cuanto les fue dable para que la lucha no siguiera adelante. Pero todos sus esfuerzos fracasaron por un gran anticlerismo del francés Clemenceau o el protestantismo alemán Ludendorff, que tanto pesaban en sus respectivos gobiernos, y otros tantos obstáculos a la política vaticana de paz. Por todo lo anterior el Vaticano decidió entonces en aliviar el dolor y la miseria obligadas de la guerra y de la insania de los hombres; labor a favor de prisioneros de guerra, liberación de rehenes, intercambio de correspondencia, ayuda a huérfanos e inválidos, fue tal índole humanitaria la labor del Papa, que en un país infiel, Turquía en la ciudad de Constantinopla se levantó un monumento con la inscripción: "Al gran pontífice de la hora trágica mundial, Benedicto XV, bienhechor de los pueblos, sin distinción de nacionalidades o de religión, en testimonio de agradecimiento." Algo irónico el hecho de que infieles muestren agradecimiento ante el titular de la religión Católica, mientras que los países cristianos se mostraron con desdén y antipatía la gestión del Papa.

Guerra Durante El Año De 1916
Aun cuando las fuerzas se habían equilibrado el año anterior, los alemanes volvieron hacer un esfuerzo en el ataque de Verdún. Pero fueron derrotados por el general Francés Enrique Pétain, mientras que los aliados quisieron romper el frente en la región de Somme, en una batalla que con altibajos se prolongó a lo largo de cinco meses sin que las líneas se quebrantaran, obteniéndose de esto nadas más mayores muertes y mayor destrucción de bienes.
También durante este año Inglaterra fue apoderándose de posesiones alemanas en África mientras otros soldados aliados luchaban contra Turquía, separaban a este de Egipto e invadían Siria y Mesopotamia.
En Alemania misma a instancias de tanto esfuerzo surgieron ideas de descontento contra el Káiser.(5) Además por el gran desgaste de la misma por tener dispersas sus tropas al tener que atacar en varios frentes. Además comenzaba el país a pasa por una crisis puesto que sus costas estaban bloqueadas por las marinas de guerra de los aliados y su comercio quedó completamente desarticulado respecto al exterior. El gobierno germano quiso contrarrestar dicho bloqueo mediante la guerra submarina, pero la pérdida creciente de navíos mercantes atacado por los botes germanos, excito a los neutrales en su contra, especialmente a los Estados Unidos.
Rumania fue conquistada por los imperialistas centralistas pero esto supuso nueva distracción de elementos y nueva pérdida de implementos.
En Austria, el Embajador Francisco José murió y fue sucedido por su sobrino nieto, el emperador Carlos de Habsburgo.
En 1916 tuvo lugar la batalla naval de Jutlandia, en la que los ingleses perdieron 117,000 toneladas y los alemanes 60, 000 pero estos se vieron obligados a regresar a sus bases ante la superioridad numérica de los británicos.

Ultima Etapa De La Guerra
Por la guerra submarina de Alemania los Estados Unidos declararon la guerra a los Imperios Centrales en 1917 y siguieron su ejemplo otros países por razones similares. La guerra no se mostraba favorable a ninguno de los dos bandos aun cuando las ofensivas de los Aliados fueron desechados por los alemanes en diversos sitios: la de los ingleses en Arras, Cambray e Iser, y las de los franceses en Champagne y Aisne, con enorme mortandad de ambas partes.
Con la revolución Rusa favoreció a lo Imperios Centrales por que las líneas del Zar Nicolás II se replegaron y mas tarde cayo el zar ante el gobierno comunista con los que la alianza central firmaron el Tratado de Brest Litovsk del 3 de marzo de 1918 por el cual Rusia pactó la paz. Gracias a este acontecimiento los austriaco-alemanes pudieron concentrarse en el occidente y atacar a los aliados, venciendo en Caporetto, teniendo que retirarse hasta la línea de Piave, con grandes pérdidas. Hinderburg dirigió su ofensiva de ataques; pero la superioridad numérica de sus enemigos, la aportación creciente de hombres y materiales procedente de Estados Unidos y el mando único de los Aliados, confiado al generalísimo Fernando Foch, detuvieron los germanos. Las batallas del Aisne y de Flades significaron grandes derrotas para los imperiales, cuya capacidad comenzó a flaquear.
El continuo combate ejercido por las tropas de Foch preparó la gran ofensiva desencadenada en agosto de 1918, que arrojó a los alemanes a sus líneas posteriores de defensa, culminando el repliegue en noviembre de ese año.
Finalmente, el 11 de noviembre de 1918 se puso en vigor un armisticio. En Alemania se proclamó la república al huir de la nación de Káiser, lo mismo que su hijo y sus familiares que se refugiaron en Holanda. Los otros países unidos a la nación alemana: Bulgaria, Turquía y el Imperio Austro-Húngaro se rindieron también en este último país cayó la monarquía de los Hapsburgos y se proclamó la República.
( La fuerza aérea tuvo escasa importancia , Aviones, globos y dirigibles fueron simples elementos auxiliares de las fuerzas terrestres. Ni siquiera los esporádicos y poco potentes bombardeos sobre ciudades tuvieron importancia militar y psicológica, únicamente se dieron las base par lo que sería la aviación militar. ) (6)

Tratados
Los tratados que se suscribieron al fin de la guerra fueron: "El de Vérsales, con Alemania: el de Saint Germain con Austria; el de Neuilly, con Bulgaria; el de Trianón, con Hungría y el de Sévres con Turquía."(7)
En virtud de dichos tratados se modifico la geografía de muchos lugares del mundo como es el surgimiento de naciones nuevas como Polonia y Finlandia. Además se crearon otras porciones como son Checoslovaquia y Yugoslavia; aparecieron también en el Báltico como países independientes: Estonia, Letvia, Letonia y Lituania. Se formo la ciudad libre de Danzing que se le quitó Alemania. Se le quitó también esta una porción de territorio para entregárselo a Polonia, el llamado Corredor Polaco, para darle salida al mar. Pero Alemania quedó aislada de su provincia de Prusia Oriental. A Dinamarca se le devolvió el antiguo ducado de Schleswig. Varias provincias dominadas por los austriacos le fueron entregados a Italia como el Tirol, el Trentino, Trieste, Fiume, las islas del Dodecaneso y Rodas.
A Grecia se le otorgaron varias provincias turcas. Francia volvió a contar con Alsacia y Lorena y parte de las colonias alemanas de África y se le entregaron en mandato los territorios de Siria y de Líbano, maduraba la integración política de estas naciones, Inglaterra tomó posesión de Chipre y de diversas colonias alemanas en el Continente Negro y consolidó su mandato en Palestina.
Las posesiones alemanas en Oceanía fueron entregadas a otras potencias. Con motivo de la derrota, Turquía fue presa de un gran agitación. En 1923 se proclamó la república y quedó al frente de ella uno de los personajes mas singulares de la Época Contemporánea Mustafá Kemal o Ataturk









8) Obra citada en la página 2
Según Maquiavelo en su obra "El Príncipe" nos habla de que las guerras son inevitables, y el tratar de retrasarla es en perjuicio de uno. En un momento de tensión como en esa época se presentó (y actualmente), se desató una guerra que se venía venir de años atrás y solo falto una excusa para dar iniciar un conflicto internacional como en su momento la Guerra de México con Francia o vs USA. Pero para entender mas este conflicto habrá que definirse guerra internacional de lo cual me apego a la definición del Diccionario Jurídico de la UNAM que a la letra dice: "Guerra Internacional. Es la que tiene lugar entre dos o más Estados y en la que se aplica el derecho de guerra consuetudinario y convencional, independientemente de que exista o no declaración de guerra". A Dicha definición le falta decir que Guerra es aquel conflicto de intereses que se presentan entre dos o más estados que busca ser solucionado mediante el uso de las armas. Definida ya lo que es Guerra Internacional o Conflicto Internacional, podemos decir que los acontecimientos que surgieron en Europa desde años atrás de 1914 como las ideas que separaban a los estados como eran las de expansionismo, la democracia, la república y el imperio, y las nuevas ideas socialistas (Estas últimas tuvieron gran importancia para lo que fue la nueva ideología global a tal grado que a países como China, corea México en su constitución de 1917 se instauraron ideas socialistas por solo mencionar algunos): dieron origen a un conflicto que visto desde los alemanes no duraría mas de un año y visto desde el mundo de 1914 no se pensaba que afectaría de manera global a este, por ser dos simples naciones en conflicto y que por eso no iban a estar involucradas todas las potencias controladoras del globo.
Mi opinión es breve sobre este tema y es que le hombre necesita de guerra porque solo a través de la fuerza adquiere poder o trasciende dirían otros. (Más esto no es una regla general puesto como hombres como Fouche, Hitler, Maquiavelo, Ghandi han logrado ascender mediante sabiduria y no a través de la fuerza )

Censura y prensa franquista

Censura y prensa franquistas
como tema de investigación


Jeroen Oskam
Universiteit van Amsterdam

Publicado en: Revista de Estudios Extremeños 47 (1991): 113-132.


El hecho de que cuando, hace dos años, entré en los archivos de la revista Indice, depositados en la Casa de Cultura de Malpartida de Cáceres, fuera el primer investigador que hizo uso de ellos, tal vez sea sintomático del escaso interés que sigue despertando el tema de la manipulación cultural realizada por el franquismo. Me di cuenta, además, de que el objeto de mis investigaciones - referidas tanto al fenómeno censorio como a aquella publicación - producía sorpresas, o, por lo menos, hacía surgir la idea de que mi estudio estaba mal enfocado.1 Por esta razón creo que caben algunas explicaciones, no sólo para justificarme a mí mismo, sino porque debido al avance demasiado lento y la divulgación todavía decepcionante de las investigaciones en este terreno pueden persistir malentendidos e interpretaciones erróneas del pasado inmediato que, evidentemente, no dejan de tener sus repercusiones en la cultura actual.

Quisiera subrayar, en primer lugar, el carácter insólito de la censura franquista. Si bien el énfasis que ponía en aspectos religiosos y en la vigilancia de las "buenas costumbres" pudiera recordar incidentes y situaciones que - aunque menos frecuente y sistemáticamente, y sobre todo, con menos intransigencia - se han producido en otros países bajo influencia clerical, los objetivos, el alcance, la organización y los fundamentos teóricos de la censura franquista únicamente se dejan comparar con la que hubo en algunos países durante sus fases totalitarias. No hay que olvidar que la censura, en vez de ser un aparato de control "moral", concebido con fines estrictamente educativos - que es como era presentada su función desde el punto de vista católico -, formaba parte integrante de un sistema represivo creado por el nuevo Estado de los sublevados, encaminado a la eliminación total - física y cultural - de sus adversarios. No se basaba, además, aunque fuera sólo teóricamente, en un "estado de emergencia" de carácter formalmente transitorio, sino en doctrinas minuciosamente elaboradas que, por consiguiente, llegaban a ser partes constitutivas de la ideología franquista: en los años cincuenta, bajo el ministerio de Arias Salgado se publicaron textos doctrinarios según los cuales el Estado se consideró como "salvaguarda del bien común", con típicas y demagógicas alusiones a la dominación de la prensa por nefastos "grupos de presión", activos en los países capitalistas, entre los cuales no se contaría la España franquista.2 La Ley de Prensa e Imprenta, promulgada en 1966, y considerada a veces, incluso hoy día, como mérito del ministro Fraga Iribarne, no fue tan meritoria - ni, por otra parte, de Fraga - pues se limitaba a ajustar la doctrina de censura al nuevo estilo modernizante, tecnocrático-desarrollista y "minipluralista" del régimen, dejando intacta su eficacia práctica.3

A la luz de esta anormalidad, y de las enormes consecuencias que tuvo la censura, resulta incomprensible la acusación de "politización" que a veces se ha hecho a los intentos de llevar a cabo una investigación seria en este campo, con métodos objetivos y sin conclusiones preconcebidas. O mejor dicho, no incomprensible, sino que la misma negativa a investigar el pasado reciente puede ser sospechosa de tener su origen en una actitud politizada. Todavía más injusto, a mi modo de ver, es el reproche, hecho a la voluntad de desmontar los restos del sistema propagandístico, de perseguir un "revisionismo histórico", si lo que se intenta hacer es disminuir, en lo posible, los daños causados a otras personas y a la sociedad en general por el franquismo mediante la monopolización de las instituciones culturales con métodos violentos.4 Tal revisionismo histórico se vería favorecido, justamente, por el mantenimiento de una situación propagandística creada por esta revisión de la cultura.

En cuanto a los métodos de investigación, por fin, creo que su objetividad y alcance se han beneficiado mucho con la apertura de los archivos estatales después de la muerte de Franco. Si estudios anteriores tuvieron que recurrir, principalmente, a material testimonial proporcionado por las víctimas de la censura5, el acceso al material original de los fondos del Ministerio de Información y Turismo y otros organismos censorios, que se encuentran en el Archivo General de la Administración Civil de Alcalá de Henares, permite hacer reconstrucciones documentadas de los modos de hacer y de pensar de la censura.6 Es de suponer, por cierto, que como la censura de publicaciones locales y actos públicos era incumbencia de las Delegaciones Provinciales, quedará cierto material también en archivos de estos organismos.7


Aparte de las confusiones de carácter general que rodean el fenómeno censorio, es preciso aclarar, en segundo lugar, algunos malentendidos que existen en torno a la prensa, y al caso concreto de Indice, y sus relaciones con la censura. La revista Indice, cuya posición ideológica siempre ha sido algo ambivalente, es visto como "víctima mínima" de la censura. Podría argumentarse, por lo tanto, que el estudio de la influencia censoria sería más fructífero si se refiriese a publicaciones de índole más arriesgada que, según este razonamiento, probablemente han sufrido una persecución más espectacular, lo que sería el caso de revistas de la oposición antifranquista o de las consideradas entonces como pornográficas.8 Sin embargo, no se trata de eso. La suposición de que Indice fuera censurado sólo en mínima parte está basada en una confusión etimológica que ha asignado a la palabra "censurar" el significado de "tachar"; obviamente, la revista era censurada, pasaba por censura, en su totalidad. Es ésta una observación a tener en cuenta si no se quiere incurrir en una visión anecdótica de la censura que deje oculta la influencia que ésta realmente ejerció en la cultura bajo el franquismo.

A la base de esta visión parece estar la imagen errónea de una prensa que conociese un desarrollo y unas condiciones de vida normales, para ser sometida sólo en el momento de salir a la luz a un aparato de control un tanto extravagante y anacrónico. Estará claro que tal aberración no toma en consideración toda una serie de medidas de socialización y de control anteriores características de la dictadura franquista tanto en su variante totalitaria como en su estadio definible como autoritario. En materia de prensa, existían instrumentos de control tan decisivos como la limitación de la actividad profesional a través de la inscripción obligatoria de la publicación y el nombramiento de su director. Esta situación, así como la circunstancia de que la profesión periodística solía formar, más que en otros géneros literarios, la manera de subsistencia única para los que de ella dependían, traían consigo un conformismo y una docilidad que a veces llegaba a convertir en práctica consciente e institucionalizada el fenómeno de "autocensura" que caracterizaba la generalidad de la producción cultural bajo el franquismo.9 Pero también previamente la dictadura había hecho sentir toda su fuerza propagandística, sobre todo en la formación de las generaciones jóvenes, los efectos de lo cual se hacen perfectamente visibles en la toma de conciencia dificultosa de los que más tarde serían importantes pensadores socialistas, como José Aumente o Francisco Fernández-Santos.

Por todo esto parece más correcto entender la censura como cara negativa o destructiva de un aparato cultural que también tenía su funcionamiento "positivo"; en el sentido, desde luego, de "productivo". Salta a la vista la constante aparición de los mismos personajes en uno y otro campo de actividad, por lo menos durante una primera etapa.10 Como productos de esta élite cultural podrían mencionarse las revistas El Español y, sobre todo, La Estafeta Literaria, fundadas por Juan Aparicio, a la sazón Director General de Prensa, pero también un escritor como Camilo José Cela, que vio su carrera literaria firmemente apoyada, como es sabido, por el mismo Aparicio, y que por aquellos años hizo constar como profesión la de "censor de revistas".11 Ejemplo parecido es el del autor-censor extremeño Pedro de Lorenzo.12

La heterogeneidad del franquismo, sin embargo, disminuyó la importancia de este grupo de extracción falangista, y fue reemplazándola, ya desde un primer momento, por una fuerte influencia inspirada en el integrismo católico, a consecuencia de lo cual se produce el fenómeno de los censores censurados; ejemplos son los dos autores que acabo de mencionar.13 Por otra parte, nada parece indicar que esta evolución ponga fin a la amistad y la colaboración entre el mundo censorio y el de la prensa. Diría, en suma, que una tercera variable que determinaba las relaciones entre censura y prensa la constituye, además de la posición ideológica y la rigidez de la censura, y la ideología e índole moral de la publicación, la distancia entre una y otra, no sólo ideológica como consecuencia de los dos factores anteriores, sino una distancia muy concreta, casi física, expresable en los metros que separaban sus respectivos domicilios, en amistades y fuentes financieras.

En el caso de Indice, aunque su calificación de "semi-independiente" en un estudio reciente parece tener valor sobre todo metafórico14, la compenetración entre Estado y prensa quedaba asegurada por la persona de su director, Juan Fernández Figueroa, que aparte de cumplir el requisito legal de poseer el "Carnet de Periodista" - obtenido en la Escuela Oficial de Periodismo, en la cual tuvo como mentor a Juan Aparicio -, provenía del aparato cultural productivo, donde trabajó, en la primera mitad de los cuarenta, como redactor en El Español y La Estafeta Literaria, y luego, como redactor-jefe, en el tercer programa de Radio Nacional. En la dirección de Indice, se servía de esta procedencia por medio de una amplia red de amistades sólidas en todo el aparato censorio, situación que, a juzgar por la documentación encontrada, sigue casi inalterada a todo lo largo de la existencia de la revista. Como ejemplo podría citarse - con las reservas señaladas que hay que tener con respecto al enfoque anecdótico, tan popular entre críticos (anteriormente) adscritos al régimen por su efecto de minimizar el papel de la censura15 - la autorización del número titulado "A los 10 años de Indice", número antológico que comprendía artículos que ya una vez fueron autorizados para números anteriores, y que en esta ocasión fue prohibido en gran parte; autorización que fue gestionada por la secretaria de la revista en casa del Director General de Prensa, Muñoz Alonso, en Nochebuena de 1961, y que permitió a la revista salir sin retraso importante. O el caso del número monográfico sobre "el forcejeo con la censura", que en 1971 fue presentado a censura en el momento de cerrar sus despachos, en temporada de vacaciones, y autorizado, según los testimonios, por la influencia personal de Juan Fernández Figueroa.16


Tomando en consideración esta circunstancia tan trivial como decisiva, podemos pasar al examen de los dos factores principales: la evolución de la censura de prensa y, a modo de ejemplo, de la revista Indice.17 Sin detrimento de lo señalado sobre los orígenes comunes y la compenetración entre censura y prensa, existe cierta relación causal que explica la divergencia que surge entre ambas evoluciones: parece evidente que periodos de mayor rigidez censoria causaban un enfriamiento de esa ligazón íntima. Mientras que en los primeros meses de su existencia la revista hizo explícita su identificación con el franquismo y con el régimen de censura18, en años posteriores se fue moviendo hacia un izquierdismo algo ambivalente, consiguiendo realizar, gracias, quizás, a su posición privilegiada, auténticas "hazañas".

La historia del Indice de Fernández Figueroa comienza en 1951, pues la revistilla que antes de esta fecha salía bajo el mismo nombre, nacida como suplemento de El Bibliófilo, era de carácter bastante distinto. Esto también tiene su explicación en la legislación de prensa franquista: las normas restrictivas del uso de papel - motivadas por la escasez que sufría la España de posguerra - casi impedían la fundación de publicaciones por particulares, pero no se extendían a la continuación de las ya existentes, y podían esquivarse, consiguientemente, por la adquisición de un título cualquiera. Juan Fernández Figueroa aparece como director y propietario de Indice a partir de su número 43, de octubre de 1951.

No es este el lugar para traer a colación todas las tachaduras y modificaciones impuestas a la revista entre esta fecha y la entrada en vigor de la Ley de Prensa e Imprenta de 1966. Ya me he referido al número monográfico sobre el tema, titulado "Lo que nos prohibió la censura en 20 años", en el cual se publica una "Guía incompleta" de intervenciones censorias, que aunque incompleta es prácticamente exhaustiva del material conservado en los archivos a partir de 1954.19 Para una indicación concisa y global de la aplicación de los criterios de censura, se puede recurrir a la estadística: de los fragmentos censurados a Indice, casi la mitad (48 %) se refiere a la crítica del orden político y social, el 15 % a la crítica de la cultura oficial y a la propia censura, en otro 15 % se hace referencia a intelectuales exiliados o pensadores heterodoxos, el 14 % obedece a razones morales y el resto (9 %) a razones religiosas. La progresiva politización de Indice queda reflejada en el correspondiente aumento en la aplicación de los criterios políticos.20

Como ejemplo, y como ampliación de la lista publicada por Indice, me limito a la descripción de las tachaduras encontradas en las galeradas anteriores a 1954:



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Octubre '51: Tachada una noticia en la sección de Información teatral, relativa al teatro de ensayo "La Carátula".

Diciembre '51: Tachados fragmentos del cuento "Densidad", de Jesús López Pacheco, que no se ajustan a las normas de moralidad (una referencia a hijos ilegítimos, expresiones como "tetas" y "bragueta").

Enero '52: Prohibido el cuento "La muchacha de casa", de Francisco García Pavón, sobre un infanticidio.

Junio '52: Tachado un fragmento sobre el jazz en un artículo de Jean Paul Sartre.

Julio '52: Tachado un fragmento que denuncia la arbitrariedad y la falta de formación profesional de las "Juntas de censura" cinematográfica.
Tachado, de una reseña de Campo abierto, de Max Aub, un párrafo en el cual el crítico se pronuncia en contra de la idea de las dos Españas.

Septiembre '52: Tachada de un artículo sobre el jazz de Sartre una alusión a la prostitución en Nueva Orleans.
Prohibida la reproducción de un cuadro que representa una escena bíblica, en el que aparecen varias figuras desnudas.
Prohibido el artículo "Hay que destruir un laberinto", de Juan A. Bardem, en el que el laberinto por destruir es la censura arbitraria, vista como responsable del estado vergonzoso del cine español.
Tachado un fragmento sobre Saroyan, en el cual, en la descripción de una discusión entre un misionero y el escritor, se pone de relieve la actitud antirreligiosa de éste.
Tachado, de un artículo de Alejandro Gaos, un fragmento que destaca el valor de la poesía de Miguel Hernández.

Octubre '52: Prohibida la reproducción de un cuadro en el cual aparecen tres mujeres medio desnudas.


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Uno de los resultados más sorprendentes del forcejeo de Indice con la censura es la cantidad verdaderamente increíble de materiales prohibidos previamente que consiguió publicar.21 Sin embargo, de un forcejeo o de simples negociaciones que expliquen este hecho apenas quedan huellas, ni en los archivos ni en los testimonios de los antiguos colaboradores; es de suponer que si había contactos, éstos tenían un carácter verbal y se desarrollaban al nivel más alto, es decir, entre Juan Fernández Figueroa y sus amigos en la censura. Tarea que, por lo tanto, no podía ser delegada, mientras que el único indicio escrito de negaciones en este sentido consiste en una nota en lápiz debajo del arriba citado fragmento sobre Saroyan, tachado por supuesto anticlericalismo, que dice: «Autorizado por Valverde. Se trata Pastor protestante».

Durante un primer periodo, que dura hasta el año 56, las ideas que aparecían en Indice no se apartaban, a pesar de su tono claramente aperturista, de las que estaban representadas en el régimen franquista. Los problemas más graves surgidos en estos años tenían su origen, por consiguiente, en las contradicciones internas del régimen. El primer choque serio de Indice con la censura se produjo en 1954, cuando la censura secuestró, después de impreso, el número especial dedicado a Baroja. Es significativo que se tratase precisamente de este autor que, pese a una cierta popularidad en algunos sectores del falangismo - que quizás le atribuyeran, injustamente, el libro Comunistas, judíos y demás ralea, publicado bajo su nombre -, fue declarado ya en 1936 proscrito gracias a la influencia clerical en la censura, observándose que «las obras de Pío Baroja van contra la familia, la Iglesia y el Estado. Están en contraposición al espíritu y la letra de los Puntos Iniciales 1o.., 7o.. y 25o.. de la Falange y al propio tiempo es literatura disolvente en máximo grado prohibida en España».22

La aplicación del procedimiento poco corriente de secuestrar una publicación ya impresa - mientras existía la censura previa - solía explicarse por la influencia de una presión externa, lo que en este caso parece ser confirmado por la aparición de ataques al número de Indice y a los intelectuales heterodoxos en varias publicaciones católicas.23 Según parece, Juan Aparicio propuso a Fernández Figueroa que sometiese el número a censura eclesiástica; y efectivamente, se dirigió a un personaje de alto rango eclesiástico, probablemente un conocido suyo, que sin embargo se negó a ayudarle. Por otra parte, sí consiguió, quejándose del gravísimo perjuicio financiero causado por el secuestro, como consecuencia del cual la revista no salía durante más de medio año, que se autorizara la venta de 2.000 ejemplares para el extranjero, y que Aparicio acordase hacer la vista gorda con respecto a la venta de ejemplares sueltos por correo.

La segunda desaparición de la revista coincide con las protestas estudiantiles de principios de 1956. La suspensión de Insula e Indice se basaba oficialmente en el incumplimiento de la cláusula relativa al número de páginas, pretexto poco convincente para deshacerse de dos revistas críticas con una amplia difusión; parece que esta infracción incluso se toleraba para invocarla como argumento en casos difíciles. Es de advertir que poco antes habían dejado de salir las revistas estudiantiles Alcalá y Haz24: es pensable que el verdadero motivo de la irritación del gobierno - pues la medida se atribuye al ministro Arias Salgado - fuera la atención que las cuatro revistas dedicaron a la muerte de Ortega y Gasset, personaje que para el integrismo católico no resultaba menos controversial que Baroja. Esta atención suponía una violación de las consignas gubernamentales, transmitidas a la prensa antes y después de la muerte del filósofo, que decían: «En el caso de que ocurriere el fallecimiento de Ortega y Gasset, la información sólo se podrá titular a dos columnas y no será muy extensa. Se podrá publicar una sola fotografía y algún artículo, pero junto a sus méritos deberán recordarse sus errores políticos y religiosos», y «En relación con la muerte de don José Ortega pueden publicarse hasta tres trabajos: la biografía y dos artículos. Título de la información, como máximo, a dos columnas. Si se hace un comentario de su filosofía, deberá hacerse con altura, sin violencia contra él,aunque destacando sus errores en materia religiosa. Pueden publicarse en la primera página fotografías de la capilla ardiente, de la mascarilla o del cadáver, pero no de don José vivo. En páginas interiores podrán publicarse hasta dos fotografías de Ortega vivo».25 Mientras que Insula no puede salir durante todo el año 1956, Fernández Figueroa consigue el levantamiento de la suspensión después de tres meses, alegando que, por tratarse de un número doble, no hubo exceso en el número de páginas.26

En 1960 se produce un incidente que merece la atención no tanto por sus consecuencias, que son escasas, sino porque gracias a su tramitación formal el desarrollo completo de la cuestión ha sido archivado. En el número de septiembre de ese año, se publican tres artículos que habían sido sometidos a censura, pero cuyas galeradas aún no habían sido devueltas. El caso produce una correspondencia dentro del ministerio que es reveladora de sus normas y móviles: se solicitan informes acerca de las características de la publicación, sanciones anteriores, datos profesionales de los autores de los artículos y del director, la repercusión de los artículos en la prensa nacional, extranjera y en general. Los informes resultan favorables para Indice - los servicios informativos no han captado referencias a la publicación, las secciones de prensa extranjera y nacional no han encontrado alusiones, no se han recibido reclamaciones, no se tiene constancia de expedientes anteriores, y de los periodistas figura inscrito Fernández Figueroa, cuyos «antecedentes político-sociales, son favorables para el interesado». Consecuencia de todo esto es que el expediente se resuelve en una amonestación al director.27 Medio año más tarde, sin embargo, la publicación no autorizada del artículo "La derecha, su máscara y sus mitos", de Francisco Fernández-Santos, da motivo para la destitución de Fernández Figueroa, sanción que le es comunicada verbalmente, y que no es levantada hasta un año después.28 La medida queda, sin embargo, sin consecuencias prácticas, ya que se nombra director a G. Alvarez Uribarri, personaje éste que ya había realizado trabajos para la revista relacionados con la publicidad y, por lo visto, el único candidato que poseía el Carnet de Periodista. Es decir, se permitió a Indice solucionar el problema por medio de un cambio interno de posiciones, que en realidad no fue más que aparente.

A principios de los años sesenta la evolución de Indice hace posible la aparición en sus páginas de artículos de contenido ideológico muy distinto, de entre los cuales cabe destacar algunos de tono netamente socialista e incluso marxista, de colaboradores jóvenes como José Aumente, Ignacio Fernández de Castro y Fernández-Santos, cuyo artículo citado en el párrafo anterior constituye un buen ejemplo. Pese a la completa arbitrariedad de la censura, salta a la vista la autorización, por lo visto sin problemas dignos de mención o de ser archivados, de gran parte de estos textos. Como veremos, será confirmada por referencias explícitas en los díctamenes que se hacían después de 1966, la impresión de que la figura de Fernández Figueroa inspiraba la confianza suficiente para explicar estas hazañas, sobre todo cuando acompañaba los artículos desafiantes de acotaciones que mitigaban o contradecían su contenido. Aunque fracasada en esta ocasión, esa táctica se trasluce en la entradilla de la que iba precedida "La derecha, sus máscaras y sus mitos", que advertía que el artículo partía de «premisas que compartimos no en un todo. [...] Sin querer, incurre F. Fernández-Santos en lo que reprocha a la derecha: petrifica, congela el antagonismo derecha-izquierda, como si no pudiese torcérsele el cuello. Pero se puede. [...] La derecha y sus mitos es algo que debe leerse cuál instancia de apelación, para que surta efecto. Trátase de un escrito punzante, que hará pensar y escocerá, por sus descarnadas razones.».29 Tampoco es probable que fuese autorizado el artículo "Filosofía y economía", del filósofo marxista exiliado Juan David García Bacca, si no apareciera en la misma página "Riqueza y cristianismo", defensa de la superioridad del cristianismo sobre el marxismo por Fernández Figueroa.30

En 1966, finalmente se realiza una reforma de la legislación censoria, identificada con un periodo que el régimen quería dejar atrás, pero el carácter "liberal" de la nueva ley resulta ser muy limitado: aunque la censura previa se convierte en una consulta voluntaria, el perfeccionamiento de las posibilidades de tomar medidas posteriores en realidad sólo hacía más arriesgado el trabajo periodístico. La verdadera significación de la Ley de Prensa parece estar, por lo tanto, en el clima de libertad y optimismo que causa su introducción y en la atracción que el fraguismo ejerce sobre apóstatas como Fernández Figueroa. Para celebrar la nueva libertad, Indice publica un número polémico sobre el tema "¿República o monarquía?", con una foto de Azaña en la portada, que provoca un comentario asustado de Emilio Romero en Pueblo y hace que Juan Aparicio descubra un lejano parentesco familiar entre Azaña y Figueroa, que aprovechará en futuros artículos31. A pesar de la indignación, el Servicio Técnico-Jurídico de la Subdirección General de Prensa dictamina que la adhesión a la República sólo supondría una falta de acatamiento a las Leyes Fundamentales «si en España no fuera posible otra forma política que la Monarquía o, en otras palabras, si dicha forma política - vigente actualmente - no fuera revisable por procedimientos legales», y que, en otro artículo, «la reivindicación histórica de la figura de Azaña que realiza Marichal es matizada por las consideraciones de Figueroa [...]».32

En el primer caso ya se advierte la importancia que adquieren consideraciones estrictamente jurídicas en el nuevo régimen de prensa. No cabe duda de que gracias a este fenómeno a veces se ampliaba la libertad de expresión. En el número de febrero de 1967, aparece el artículo "Ideas para una teoría del Movimiento Obrero", que según el Servicio Técnico-Jurídico «ofrece signos de clara demagogía», y en vista de tales ideas se propone la incoación de expediente administrativo, «por cuanto pudiera estimarse que aquéllas contrarían o afectan en algún sentido a las exigencias de la Seguridad del Estado y mantenimiento del orden público interior [...], señalando por nuestra parte a este respecto que no cabe apreciar, sin embargo, una base concreta, que habría que referirla a la totalidad del artículo, globalmente conceptuando, por lo que cabría pensar también en las dificultades que supondría la formulación de un pliego de cargos en tal sentido, y los puntos de defensa que que el evidente carácter teorizante del mismo ofrece». Sin embargo, la burocratización no pone trabas a la eficacia de la censura: el mismo número es sancionado con una advertencia verbal al director, por la omisión de la fecha de publicación y el domicilio del impresor.33

Además, cabe señalar que estos casos son más bien excepcionales, y que la Ley de Prensa era, más que nada, un instrumento para sancionar cualquier tipo de crítica, por medio de su famoso artículo no. 2, relativo al acatamiento de las Leyes Fundamentales, el respeto a las personas e instituciones, el orden público y la moral. En el caso concreto de Indice, que por razones de principio no hacía uso de la consulta voluntaria, la modernización de la ley no trae consigo una disminución de los problemas. En abril de 1967, se tachan, es decir, se niega la autorización para la publicación de los artículos "Madariaga y el negocio español" y "Unidad y democracia".34 En octubre del mismo año, el artículo "Sobre el sindicalismo revolucionario" motiva una actuación posterior, aunque el expediente al final es sobreseído35; en mayo de 1968, la «dura y desproporcionada crítica a la política económica del régimen», en el artículo "La peseta mordida", que supone, en términos jurídicos, una «falta de respeto a las Instituciones y personas», es sancionada con una multa de 10.000 pesetas.36

El número de abril de ese año es secuestrado, y objeto de «procedimiento de urgencia», puesto que el artículo "Miedo monárquico", de Fernández Figueroa, «en el cual se hace una abierta defensa de la República, aludiendo a ella como la forma de gobierno idónea para España preferible a la Monarquía, a la que minimiza utilizando frases de inequívoca intención, [...] supone una manifiesta falta de acatamiento a las Leyes Fundamentales del Reino [...]», falta grave que le costará 30.000 pesetas.37 Otro secuestro y otra multa de 30.000 pesetas son la consecuencia, en enero de 1969, de una infracción grave de orden moral, por la publicación de una entrevista con un drogadicto homosexual.38 En estos dos casos se pone de manifiesto, además, el riesgo personal que corrían los periodistas bajo el nuevo régimen de prensa. Fernández Figueroa es procesado por su artículo antimonárquico, pero absuelto, ya que el Tribunal de Orden Público establece una distinción entre los principios monárquicos del Estado y la vigente elaboración de los mismos, que había sido objeto de la crítica de Figueroa.39 Menos suerte tiene Antonio Hernández, autor de la entrevista, puesto que su absolución por la Audiencia Provincial de Madrid, que consideraba que la entrevista no hacía apología del vicio, queda anulada por sentencia del Tribunal Supremo, por el siguiente razonamiento: «El delito de escándalo público lo constituye la exposición de doctrinas inmorales, la exteriorización de ideas, opiniones o conceptos atentatorios a los principios morales, consagrados como básicos e intangibles por las normas vigentes en la comunidad. Tal exposición puede suponer un peligro para los valores éticos, fundamentales, que la ley debe tutelar con toda energía, no sólo por razón del mal ejemplo que suponen determinadas manifestaciones, sino en atención al agravio que infieren a los comunes sentimientos de decencia, con la conmoción social de ello resultante, que ha de traducirse en la sanción penal adecuada, valladar a estas crecientes y corrosivas demasías, como un indiscreto reportaje sobre un drogadicto, pederasta y antisocial, cuyas procacidades dialécticas recoge extensamente el informado». La «sanción penal adecuada» asciende, en este caso, a 5.000 pesetas.40

El obvio aumento de la represión culmina en el estado de excepción de enero de 1969, a consecuencia del cual queda transitoriamente restablecida la censura previa. Fernández Figueroa publica un curioso elogio del franquismo, que sorprende e irrita a muchos lectores, pero no es probable que el ensayo - dada la actitud consecuente de Figueroa a este respecto - signifique una concesión a la medida del gobierno. En el mismo mes son tachados íntegramente doce artículos del contenido crítico habitual en la revista.41

Después de la vuelta a la normalidad, se incoan expedientes, en mayo y junio de 1969, por la publicación de entrevistas con el comunista yugoslavo Barbieri y Claudio Sánchez Albornoz, respectivamente; el último número es objeto de secuestro. Los dos casos terminan en sobreseimiento por no haberse formulado una resolución dentro del plazo legal.42 En septiembre de 1970, la revista recibe un apercebimiento por la falta de respeto al Cuerpo Diplomático manifestada en un comentario sobre el secuestro de embajadores en Latinoamérica.43 El último secuestro de la revista se produce en septiembre de 1972, por haberse cometido en sus páginas el delito de «propaganda ilegal»; curiosamente, no hay indicios de consecuencias posteriores para la revista, sino que se considera como autor del delito al entrevistado del artículo, Dionisio Ridruejo, que es procesado.44


El inventario de los problemas con la censura sufridos por Indice, pone de manifiesto que la censura, en su primera fase, no fue sólo un instrumento para excluir de los medios de comunicación a los enemigos del franquismo, sino que su monopolización por parte de un grupo de presión católico condujo incluso, cuando se presentó el caso, a medidas represivas contra otros sectores del régimen. La repercusión de los conflictos internos del franquismo trae consigo una cierta desintegración del bloque formado anteriormente por la censura y la prensa franquista, que, aun no disminuyendo la eficacia de aquélla, contribuía a una mayor independencia de algunas revistas; en el caso de Indice, por otra parte, las buenas intenciones que el régimen parece demostrar con la proclamación de la Ley de Prensa, consiguen contrarrestar, en parte, el proceso de alejamiento ideológico.

En segundo lugar, el examen de las relaciones entre Indice y la censura confirman las conclusiones obtenidas en estudios anteriores con respecto al mito de la Ley de Fraga. Juzgando con criterios objetivos, resulta difícil determinar si la Ley de Prensa supone una liberalización, o si sus efectos son más bien negativos, sobre todo si se toma en cuenta la importancia de causas externas como los cambios en el seno de la Iglesia española. Aparte de textos puramente doctrinarios, que a veces escapaban a la censura por razones jurídicas, los mismos temas y formas de crítica continuaban siendo arriesgados. Aunque hubo periodos más liberales - según se deduce de la historia de Indice, en los primeros meses después de la proclamación de la Ley, y en los últimos años del franquismo -, el rigor de los años 68 y 69 evidencia que dicha liberalización probablemente no era consecuencia directa de la Ley de Prensa y tenía su origen en otras circunstancias. En el caso de Indice, además, la nueva ley tiene consecuencias desfavorables: la nueva situación creada significa una burocratización y un aumento de la complejidad del sistema que disminuye la influencia personal en él, ejercida hasta entonces por el director de la revista, lo cual, en realidad, era nada más que el reflejo formal de la ampliación del mundillo cultural franquista desde la posguerra.

Más difícil todavía resulta, por fin, apreciar los resultados objetivos del vanguardismo de Indice. Aunque la importancia de su papel en la divulgación de ideas críticas es incuestionable, de nada en concreto se puede deducir que el carácter a veces atrevido de la revista lograra cambiar la aplicación de las normas de censura en un sentido favorable para otras publicaciones.45 La función, seguramente muy útil, que Indice, en este aspecto, gracias a su posición ambigua podía desempeñar, parece limitarse a la de explorador de los límites del posibilismo.


Como conclusión final, sólo puedo insistir en que la investigación de estos temas me parece absolutamente necesaria y urgente. Acabo de referirme a dos interpretaciones erróneas, una basada en el impresionismo entusiasta de las víctimas, y otra quizás con motivos más nocivos. El que no estén debidamente investigados estos problemas no puede ser deseable desde una posición científica no politizada. Igualmente grave sería que la cultura de la época en cuestión no pudiese librarse de las deformaciones y mutilaciones censorias, o que éstas no se hicieran, por lo menos, distinguibles en ella; en definitiva, que no se le quitase de encima las falsas intenciones políticas que le fueron impuestas por el régimen franquista.46

NOTAS
1. Advertí esta actitud, sobre todo, en conversaciones con gente no directamente especializada, y debo señalar que autoridades en el terreno de la cultura contemporánea han subrayado la importancia de este tipo de investigaciones (p.e., Elías Díaz, Pensamiento español en la era de Franco (1939-1975), Madrid: Tecnos, 1983, p. 45).
Además, quisiera hacer constar que, asombro o no, esa actitud en todo caso no fue obstáculo para que recibiera la ayuda importantísima que recibí en muchos sitios, y particularmente, en la Casa de Cultura de Malpartida.
2. G. Arias Salgado, Textos de doctrina y política de información. Madrid: Publicaciones de la Secretaría General del Ministerio de Información, 1956. Entre los antiguos censores se considera como verdadero autor de este libro al extremeño Valentín Gutiérrez Durán, a la sazón Subdirector General de Prensa, perteneciente al sector clerical.
3. Fernández Areal demuestra que anteproyectos de la ley estaban ideados y elaborados ya por la ACNP al entrar Fraga en el ministerio en 1962 (M. Fernández Areal, El control de la prensa en España, Madrid: Guadiana, 1973, p. 243). El máximo estudioso de la censura franquista en este momento, Manuel L. Abellán, llega a la conclusión de que "la Ley de Prensa e Imprenta fue un montaje jurídico que hizo posible la aparición de las divergencias políticas que se ajustaban a la tradición, al presente y al futuro entrevisto por el propio régimen y, al mismo tiempo, mantenía cerradas las puertas a cualquier veleidad política de signo opuesto. Sólo en la medida en que la base sociológica del franquismo se fue estrechando, y en la medida asimismo en que los tránsfugas fueron engrosando las filas de los discrepantes políticos, la censura, por pura inercia, no tuvo más remedio que cambiar de método y aplicar criterios cada vez más amplios." (M.L. Abellán, "Censura y práctica censoria", Sistema 22, enero 1978, pp. 29-52).
4. Buen ejemplo son los nombres de las calles, utilizados por la dictadura franquista para la gloria de sus representantes y de sus actos, y afortunadamente cambiados ya en muchas ciudades. No se trata, en esto, de rehacer la historia, cambiando, por ejemplo, los nombres de Franco o Mola por actuales representantes del ejército, o el de la División Azul por el de una banda de ideología distinta activa en este momento, sino de quitarles el sentido conmemorativo que les otorgó la propaganda franquista.
5. Por ejemplo, las entrevistas recogidas por Antonio Beneyto en su libro Censura y política en los escritores españoles (Barcelona: Euros, 1975) o la encuesta utilizada por Abellán en "Censura y producción literaria inédita" (Insula 359, oct. 1976, p. 3) y "Censura y autocensura en la producción literaria española" (Nuevo Hispanismo 1, invierno 1982, pp. 169-180). Huelga decir que por medio de material de este tipo se ha conseguido datos valiosos forzosamente ausentes en los archivos de la censura.
6. En primer lugar, habría que citar aquí Censura y creación literaria en España (1939-1976), de Manuel Abellán (Barcelona: Península, 1980), primer estudio extenso de esta materia - que, por cierto, también hace uso del cuestionario mencionado en la nota anterior -, centrado en la censura de libros. Sobre la censura de prensa, cfr. Javier Terrón Montero, La prensa en España durante el régimen de Franco (Madrid, CIS, 1981). La censura de la lengua y literatura catalanas es objeto de las investigaciones de María Josepa Gallofré; Joan M. Torrealdai se ha ocupado del euskera. Sobre varias facetas de la censura de libros han sido realizado - o están realizándose - estudios por Jacqueline Hurtley (sobre las traducciones publicadas en la España franquista), Douglas LaPrade (Hemingway), Francisca Montiel (la novela social), Gloria Romero-Downing (escritores latinoamericanos), Brigitte Schm"lling (la novela de la inmediata posguerra) y Claudia Ulferts (exilio). La investigadora alemana Elke Baumstark ha investigado las consignas de prensa y el funcionamiento interno del aparato censorio. La censura cinematográfica la está estudiando, con material de este archivo, Rosa María Añoveros.
7. En realidad, estas Delegaciones tenían toda una gama de funciones pertenecientes a la censura de las manifestaciones culturales locales, y formaban el aparato de control de lo establecido centralmente. Esto no se limitaba, por ejemplo, a la inspección de las publicaciones puestas a la venta, o de la hora en que esto sucedía, centralmente fijada para hacer posible el control debido; las Delegaciones también se ocupaban de vigilar a los ciudadanos, informando a la Dirección General de Prensa, por ejemplo, sobre los destinatarios de la revista americana Playboy.
8. No digo que esta impresión no sea cierta; es que el asunto es, creo, demasiado complicado para que pudiera haber un método de comparación adecuado y unívoco. Si se parte, por ejemplo, del número de incidentes producidos bajo la Ley de Prensa, se abrió expediente administrativo a Indice en seis ocasiones, mientras que para dos revistas de índole parecida son siete, en el caso de Cuadernos para el Diálogo, y quince, en el de Destino. Tomando en cuenta la gravedad de la sanción, los totales de las multas impuestas a las tres revistas suman, respectivamente, 70.000 pesetas (para Indice), de las que habría que restar treinta mil por sobreseimiento del expediente, 165.000 ptas. (Cuadernos), y 555.000 ptas., para Destino. Sin embargo, estas comparaciones no reflejan fenómenos importantes de la represión cultural, como el hecho de que algunas revistas - es el caso de Ruedo ibérico - optaron por publicarse en el exilio.
En cuanto al concepto de "pornografía" manejado por los censores franquistas, cabe señalar que fue de aplicación más amplia que en estos momentos. Sin querer detenerme demasiado en el asunto, creo que es ilustrativa de las normas de moralidad vigentes la sentencia del Tribunal Supremo del 26-2-1970 sobre la licitud del "bikini" en la prensa ilustrada: «No es posible desconocer que se utiliza no sólo a diario, durante las temporadas estivales de baños, muy dilatadas en algunas regiones de nuestro país, en playas y piscinas, sino también en espectáculos públicos cinematográficos y en la prensa, por lo que siendo indudable, aunque censurable en puros principios de moral, que la sociedad viene admitiendo y tolerando desde algunos años el uso público de tan trivial atuendo feminino, no puede considerarse que la fotografía constituye una ofensa a la moral.»
9. Sirvan de ejemplo estas citas de la correspondencia de Joaquín Valdés, director de Diez minutos, con la Dirección General de Prensa: «Mi querido Director y amigo: Siento que hayas tenido que echarme la reprimenda con relación a una fotografía de Conchita Velasco. Tienes razón sin ningún género de dudas en tu "señal de alarma". En las revistas con parte frívola, como DIEZ MINUTOS, a veces - y sin querer - se pasa uno del límite que, por otra parte - y ahí está el problema - es difícil saber a veces donde está. Para que no haya dudas en ésto, vuelvo a dar marcha atrás dentro de este criterio y llevaremos el "límite" a campo más tradicional.» (carta de 11-2-1970), y «en cuanto se refiere a la fotografía del centro ha sido un descuido de nuestro retocador, ya que nosotros desde hace mucho tiempo, siguiendo instrucciones mías personales, cubrimos cuanto consideramos de incorrecta publicación en este orden moral. Como prueba de éllo, le acompañamos nuestro número 965, donde pueden ver que aun pecando de mal gusto, hemos cubierto con tinta roja la figura que lleva por pié: "Atrevido traje de cóctel de Rabanne".» (10-3-1970).
10. Es el periodo considerado por Abellán como "época gloriosa" de la censura, por la nómina impresionante - en cuanto a su currículum académico - de censores. A esta época gloriosa le sigue otra trivial dominada por censores descritos por el investigador como del tipo "cavernícola y «pluriempleísta»" (M.L. Abellán, op. cit., p. 110).
11. En el artículo "La literatura y lo otro" (La Estafeta Literaria 30, 10-7-1945, p. 16), sobre las actividades profesionales, extraliterarias, de algunos escritores.
12. Censor "severísimo", según Abellán, que por ejemplo propuso, en 1952, prohibir el estudio de Ricardo Gullón sobre La poesía de Luis Cernuda, no por el contenido del mismo, sino porque el personaje reseñado era enemigo de los principios más importantes del régimen: «religiosos: es blasfematorio; morales: es uranista, y políticos: es rojo.» (M.L. Abellán, op. cit., pp. 94, 113 y 162).
13. Se trata de los casos conocidos de La colmena, del primero, y La quinta soledad, de Pedro de Lorenzo; también cayó víctima del predominio clerical una novela enaltecedora del falangismo, y enaltecida por el régimen, como La fiel infantería de García Serrano. Véase, al respecto, el capítulo dedicado a la censura de J.Mª. Martínez Cachero, La novela española entre 1939 y 1975, (Madrid: Castalia, ), pp. 94-107, y un artículo de Abellán y mío sobre la política literaria del catolicismo oficial, "Función social de la censura eclesiástica. La crítica de libros en la revista Ecclesia (1944-1951).", Cuadernos Interdisciplinarios de Estudios Literarios 1 (1989), pp. 63-118.
14. J. Rodríguez Puértolas, Literatura fascista española, t. 1 (Madrid: AKAL, 1986), p. 381. Desde luego, la prensa en su totalidad, y no sólo Indice y Correo Literario, era semiindependiente; pero, en sentido estricto, creo que es preferible decir que Indice, en los primeros años, ocupaba una posición ideológica próxima al régimen, sin ser propiamente producto de él.
15. Predomina esta aproximación, por ejemplo, en el libro de memorias de Dámaso Santos, De la turba gentil... y de los nombres (Barcelona: Planeta, 1987).
16. Respectivamente, no. 154-155-156, noviembre 1961-enero 1962 y el no. 298-299-300, noviembre-diciembre 1971.
Hago uso de testimonios que proceden, en parte, de entrevistas que hice a algunos de los antiguos colaboradores de Indice y de la censura, o bien de otra parte: en este último caso, de una entrevista con Heleno Saña transmitida por Radio Nacional Española en el programa "Visto y vivido", 29-11-1984.
17. Una versión resumida de este esbozo de la influencia censoria en la revista Indice apareció hace poco en Gilbert Paolini (ed.), La Chispa '89 (New Orleans: Tulane University, 1989), pp. 227-237, bajo el título "La censura en la revista Indice de artes y letras".
18. En 1951 se publicó Libertad de prensa y soberanía informativa, ensayo que preludia la doctrina de Arias Salgado, del futuro Director General de Prensa Manuel Jiménez Quílez, que constituye el número 2 de la serie "Cuadernos de Política y Literatura", en la cual, durante los primeros años de Indice, aparecen artículos de mayor extensión de amigos de Fernández Figueroa y colaboradores de la revista. Además, en el primer número de Indice bajo la dirección de Fernández Figueroa, el anónimo "Libertad de Prensa: una posición" (no. 43, sept. 1951, p. 9).
19. No. 298-299-300 (véase n. 16), pp. 5-16. En la documentación de Alcalá, resulta problemático encontrar galeradas de revistas del periodo comprendido en esta lista. De ésta están ausentes los años 1951, 52 y 53: «No se nos ocurrió, hasta más tarde, archivar las galeradas relativas al caso, y nos abrió los ojos en tal sentido el número [secuestrado] con que se abre la guía, enero-febrero 1954.»
20. Desde luego, se trata de una mera aproximación, ya que distintos factores hacen dudosa la exactitud de los porcentajes: el extravío de una parte de las galeradas, la diferencia en la extensión de las tachaduras, el hecho de haberse publicado gran parte de ellas, o la circunstancia de que muchas se deben a una combinación de motivos (p.e. una crítica política con referencias al exilio, consideraciones religiosas y morales).
Si situamos el cambio de orientación de la revista en los primeros meses de 1956 - suspensión de la revista -, la evolución se pone de relieve en los resultados de las dos etapas:

pol./soc. cult. of. ex./het. moral rel.
1951-55 11 % 17 % 23 % 37 % 11 %
1956-66 54 % 15 % 14 % 10 % 8 %


21. En cifras, y con la misma observación que en la nota anterior: censurado y no publicado - 37 %; publicado en parte - 9 %; publicado con modificaciones - 5 %; publicado - 50 %.
22. Oficio sobre las Obras Completas de Pío Baroja, cit. por Abellán, op. cit., p. 17.
23. "Un número de Indice", por J.Mª. García Escudero, en Arriba, 9-4-'54, y "Nuestro homenaje a Baroja", Signo de 24-4-'54. De contenido más general son "Peligro para el bien común", por Mons. Zacarías de Vizacarra, Ecclesia 658, 20-2-'54, y "Sobre la vida intelectual", compilación de los textos de los prelados españoles, A.C.N. de P., 542-3-4, 15-5-'54.
En julio del mismo año, Fernández Figueroa publica una réplica en la serie "Cuadernos de Política y Literatura" (num. 6), titulada Reflexiones sobre un "homenaje" a Baroja, en la cual sostiene que frente a la irreligiosidad de Baroja los creyentes, tanto desde el punto de vista de la religión como de la táctica, no deberían adoptar una actitud de "estrechez de miras" e intransigencia, sino de misericordia y generosidad.
24. Notificación de la Dirección General de Prensa a Fernández Figueroa de 16-1-'55, firmada por Juan Aparicio. Los últimos números de Alcalá y Haz aparecen el 25 de octubre y el primero de noviembre de 1955, respectivamente, aunque la primera anuncia dedicar más espacio a Ortega en el próximo número, correspondiente al 10 de noviembre.
25. Citadas por N. Vientós Gastón, "Indice cultural", El mundo (San Juan, P.R.), 20-5-'63. También José Luis Cano, secretario de Insula, menciona la existencia de consignas que limitaban los espacios para la noticia, y la decisión de la dirección de la revista de desafiarlas (J.L. Cano, Los cuadernos de Velintonia. Barcelona: Seix Barral, 1986, p. 77).
26. Pliego de descargos de J. Fernández Figueroa. La reautorización se da el 2-4-'56.
27. Varias notas internas de la Dirección General de Prensa, noviembre 1960- enero 1961.
28. "Sanciones", Indice 298-299-300, noviembre-diciembre 1971, pp. 98-99.
29. No. 148, mayo 1961, p. 1.
30. No. 166, noviembre 1962, p. 3.
31. Se trata del número 211-212, de agosto-septiembre de 1966. E. Romero, "Ni una milésima más", Pueblo, 7-10-1966; J. Aparicio, "Menos desconocido" y "La moda azañista", Noticiero universal, 11-10-'72 y 5-2-'75, respectivamente.
32. Informe del Servicio Técnico-Jurídico de la Subdirección General de Prensa, 10-10-1966.
Al artículo de Marichal ("La vocación de M. Azaña", pp. 21-39) le sigue una carta abierta de Fernández Figueroa a Marichal, titulada "Realismo político" (pp. 40-42), en que le reprocha a Azaña una falta de tal realismo: «... de los cuatro modos de políticos de obrar que enuncio (el específicamente político, el revolucionario, el intelectual y el militar) [el intelectual] es el menos idóneo. [...] Azaña, a causa de ser "intelectual" es desdeñoso. No fía en los otros; casi el resto de los españoles. [...] Los lazos de familia no necesitan ser "alardeados": son consanguíneos. Así la relación de tú a tú entre un político con dotes, nato, "nativo", y su pueblo.»
33. Informe del Servicio Técnico-Jurídico de la Subdirección General de Prensa, 1-6-1967, sobre el número 217-218 de Indice.
34. "Sanciones", véase n. 28.
35. No. 221-222-223, de julio-septiembre de 1967, resolución de la Dirección Gral. de Prensa de 4-1-'68: «CONSIDERANDO Que, en el presente caso, se han de tener en cuenta las alegaciones del expedientado en el pliego de descargos y estimar que el artículo objeto de expediente es de tipo histórico y sociológico, sin que los conceptos que en él se vierten tengan entidad jurídica suficiente para considerarlos infracción a las limitaciones que a la libertad de expresión se contienen en el artículo 2o. de la vigente Ley de Prensa.»
36. No. 226, de diciembre de 1967, resolución de la Dirección Gral. de Prensa de 17-5-1968. «[...] la crítica, cuya función primordial es satisfacer un interés social de conocimiento, no debe expresar valoraciones que, desde un punto de vista objetivo, no se atengan a las premisas, debiendo quedar al margen de la misma las apreciaciones negativas inmotivadas o motivadas, no por una contraposición de ideas, sino por criterios puramente subjetivos que, por el modo, la forma y el tiempo en que se difundan sean susceptibles de insinuar sugestivamenteuna opinión apta para deprimir o excitar el espíritu público.»
37. No. 230, de abril de 1968, resolución de la Dirección Gral. de Prensa de 20-8-1968.
38. No. 239, de enero de 1969, resolución de la Dirección Gral. de Prensa de 25-2-'69.
39. Sentencia de 12-5-1969 del Tribunal de Orden Público en Madrid, que distingue «principios simplemente definitorios» de «aquellos otros que sin perder totalmente este carácter programático comportan en la práctica una proyección política, actual ó de futuro, que consiguientemente pueden ser conculcados, negados, ofendidos o menoscabados en su concreta actuación o desenvolvimiento».
40. Sentencia de la Sala Segunda del Tribunal Supremo del 18-11-1971. La Vanguardia, 19-11-1971.
41. "Edición de urgencia. La España de Franco", Indice 241, 15-2-1969.
Los artículos prohibidos son: "El azañismo de Indice", "La «sucesión» de Franco", "Tres silogismos sobre el Opus Dei", "China: el laberinto se aclara", "Los intelectuales y el PC", "El imperio «Playboy»", "Cobra mala fama..." (sobre las bases americanas), "La filosofía de Marcuse", "Holanda, «test» de la Iglesia", "El Isolotto de Florencia, la Iglesia de los pobres y la Iglesia de los ricos", "Francisco Ayala: «Muertes de perro» y "La vida durante la guerra" [de independencia cubana]. Los "Poliedros" de Cándido son censurados parcialmente. Según los datos del no. 298-299-300, los artículos pertenecen al número 241, pero del contenido de este último artículo se deduce que son posteriores. Las galeradas llevan la indicación "241-42".
42. No. 246, 1-5-1969, y no. 248, 1-6-1969. Resueltos por sendas cartas de la Dirección Gral. de Prensa del 22-5-'70.
43. No. 272-273, 1-7-1970. Carta de la Dirección Gral. de Prensa del 20-9-1970.
44. No. 314, septiembre de 1972. Querella criminal contra D. Ridruejo, Juzgado de Orden Público no. 2, 23-9-1972.
45. Y teóricamente, tal influencia sería imposible por el principio de la "alteridad negativa": «posibles infracciones en materias de prensa no pueden ser enjuiciadas por comparación, sino singularmente en cada caso de lo que resulte del texto materialmente difundido». Sentencias del Tribunal Supremo, 13-3, 24-4, 22-11 y 4-12-'69.
46. Ya concluida la redacción de este artículo, ha salido el best-seller de Justino Sinova, La censura de Prensa bajo el franquismo (Madrid: Espasa, 1989), que recoge abundante material auténtico del Archivo de la Administración Civil en Alcalá, pero en el que sobresale negativamente el capítulo dedicado a la justificación de las actividades censorias de Camilo José Cela. También a raíz de la concesión a este escritor del premio Nobel, poco tiempo después, hubo algunas polémicas interesantes sobre la censura y la prensa (véase el comentario acertado de Julio Llamazares en El País de 14 de noviembre 1989, bajo el título "El arzobispo de Manila", p. 19).
Los investigadores Jacqueline Hurtley y Douglas LaPrade, aludidos en la nota 6, han publicado, respectivamente, "Translation in Postwar Spain: Twixt Survival and Interior Exile" y "The Francoist Censorship of Hemingway's Works about Spain", en Cuadernos Interdisciplinarios de Estudios Literarios 1.2 (1989), pp. 265-276 y pp. 277-290. En el primer número de la misma revista ha salido, de Maria Josepa Gallofré, "Entre la proscripció i la retallada: autors catalans en llengua castellana, 1942", Cuadernos Interdisciplinarios de Estudios Literarios 1.1 (1989), pp. 165-175, y, de la misma autora, muy recientemente "«... Unidad precisa y duración segura...»: depuració, suspensió i prohibició (Barcelona, 1939)", en Manuel Abellán (ed.), Medio siglo de cultura (1939-1989), Diálogos Hispánicos de Amsterdam 9 (Amsterdam/Atlanta: Rodopi, 1990), pp. 183-190. También acaba de publicarse la al parecer excelente tesis de Regina Schm"lling, Literatur der Sieger (Literatura de los vencedores) (Frankfurt: Vervuert, 1990), 373 páginas, que lamentablemente por el momento no será traducida al castellano.